Si uno observa el texto de Pablo a los Gálatas, cuando habla acerca de la ley de Moisés, ley que no fue cumplida por nadie a cabalidad excepto por Jesucristo, encuentra algunos rasgos irónicos del apóstol. Pablo ha escrito que la ley no justificó a nadie, …sabiendo que ningún hombre es justificado por las obras de la ley, sino por medio de la fe en Jesucristo, hemos creído nosotros también en Cristo Jesús, para que seamos justificados por la fe en Cristo, y no por las obras de la ley. Porque por las obras de la ley nadie será justificado (Gálatas 2:16). Incluso en su carta a los Romanos lo atestiguó en forma firme: Porque por las obras de la ley nadie será justificado delante de él; pues por medio de la ley viene el reconocimiento del pecado (Romanos 3:20).
En el texto que nos ocupa, el de Gálatas 5:4, hay tres verbos y un solo sujeto. Esto es muy importante tenerlo en cuenta, ya que lo que se diga en una de esas acciones verbales repercute en la afirmación o negación indicadas en los otros dos verbos. El texto dice así: Vosotros que habéis quedado desligados de Cristo, Vosotros que sois justificados en la ley (por la ley), y de la gracia habéis caído. Otras versiones comienzan con la proposición siguiente: Vosotros que pretendéis ser justificados… Si bien hay algunas traducciones en inglés que traducen correctamente el texto desde el griego, existe una gran cantidad de versiones que dicen cosas que alejan al lector del correcto sentido de lo que se escribió.
Por esta razón voy a intentar presentar el primer verbo como aparece en lengua griega: κατηργηθητε - καταργέω (Katerguésete - katargueo). Ese verbo significa muchas cosas, las más relevantes para nuestro estudio son: vaciar, dejar sin efecto, perder la oportunidad. En tal sentido, dado que la morfología de este verbo indica que es un aoristo, pasivo, indicativo de segunda persona plural, quedaría traducido de la siguiente manera: Vosotros que habéis sido vaciados (de Cristo), Vosotros que dejáis sin efecto (a Cristo), Vosotros que habéis perdido la oportunidad (de Cristo). La Vulgata Latina traduce evacuati estis (sois vaciados), marcando una buena tendencia para la interpretación del sentido del verbo griego ya mencionado.
δικαιουσθε - δικαιοω (dikaiousse - dikaioo) es el segundo verbo del verso en cuestión. Significa justificar, vindicar, castigar. La morfología de este verbo nos indica que está en presente, en voz pasiva y es un indicativo de segunda persona plural. Traduciría de la siguiente forma: Vosotros que sois justificados (por la ley), Vosotros que sois vindicados (por la ley), Vosotros que sois castigados (por la ley). La mayoría de las traducciones se aferran al sentido más regio del verbo, al hecho de ser justificados. Y acá comienza la ironía del apóstol, el mismo apóstol que como ya hemos citado ha declarado que nadie fue justificado por la ley.
Veamos ahora el último verbo, εξεπεσατε - εκπιπτω (exepésate - ecpipto), el cual significa entre tantos sentidos: haber caído, estar privado, degenerar. La morfología de este verbo nos habla de un aoristo en voz activa, modo indicativo en la segunda persona plural. Se traduciría de la siguiente manera: Vosotros habéis caído (de la gracia), Vosotros estáis privados (de la gracia), Vosotros sois degenerados (de la gracia). Acá comienzan los problemas de los que aíslan los textos (para su propia confusión y perdición), ya que al haber caído (de la gracia) suponen que la salvación de Jesucristo fue en vano, o que se perdió. No podemos ver el texto sin su contexto, y en el verso señalado los tres verbos están unidos por un mismo sujeto. De esta manera, si alguien está vacío de Cristo es porque está justificado por medio de la ley, cuya consecuencia no es otra que la de haber caído de la gracia.
¿Quién cae de la gracia? Ninguna persona, por cuanto son Jesucristo y el Padre quienes nos guardan en sus manos. Siete veces caerá el justo y siete veces será levantado, dice la Escritura (Proverbios 24:16). El hecho de que nadie puede caer de la gracia queda marcado en el texto por la imposibilidad de ser justificado por medio de la ley. Si nadie es justificado por la ley, nadie cae de la gracia. Caer de la gracia es la consecuencia de haber sido justificado por la ley (y si lo primero es imposible, lo segundo en tanto consecuente será imposible también). Además, la premisa fundamental viene dada por el primer verbo: estar vacíos de Cristo. En otros términos, Pablo está advirtiendo a los Gálatas que solamente los vacíos de Cristo (los que nunca han sido redimidos) son los que pueden jactarse de su justificación por medio de la ley. Estos últimos están caídos de la gracia (la que nunca tuvieron, como igualmente nunca fueron justificados por la ley).
Fijémonos que Pablo no dijo que los Gálatas pretendían ser justificados por la ley, más bien aseguró que estaban justificados por la ley. La ironía es una figura retórica que consiste en decir lo contrario de lo que se quiere dar a entender. A menudo es usada para resaltar lo contrario de lo que se esperaba, o para hacer ver el gran contraste entre dos proposiciones antagónicas. La eironeia - εἰρωνεία, en griego, nos permite percibir algo muy distinto o contrario a lo que se escribe. Es un disimulo o una ignorancia fingida. Es una pretensión, como si alguien se manifestara interesado en hacer algo pero luego se detiene abruptamente.
Precisamente, el apóstol para los gentiles habiendo asegurado que nadie puede ser justificado por medio de la ley, sino que los justificados lo somos por medio de la gracia (la fe en Jesucristo), como bien lo señaló también en Romanos 3: 21-28, ahora le dice a los Gálatas que entre ellos hay algunos justificados por la ley. Es indudable que eso no es verdad, pero también es cierto que el apóstol no se equivocó, ni estaba desvariando. Entonces, lo que nos queda es un alto sentido irónico usado por el apóstol, un gran contraste resaltado por su ironía. Es la oposición entre ser justificados por la fe en Cristo y la de ser justificados por la ley, lo cual da fuerza al sentido irónico. En el comienzo de su carta llama a los Gálatas insensatos, por haber sido hechizados por su vuelta a la ley. Ya casi finalizando su misiva, en el capítulo 5, asegura que hay un grupo que sí fue justificado por la ley de Moisés.
Ahora bien, como el texto contiene tres verbos, sabemos que hay tres acciones. Pero el sujeto de cada uno de los tres verbos es el mismo: la segunda persona plural (vosotros). Ese vosotros (en tanto sujeto tácito o sobreentendido) hace referencia al grupo de asistentes a la congregación de Galacia que decía haber sido justificado por medio de la ley. Ese vosotros, al representar una forma pasiva del verbo, recibe la acción de haber sido vaciados de Cristo, de haber sido justificados por medio de la ley, pero por cuanto el tercer verbo es una voz activa, pasa a realizar su acción: el caer de la gracia. Son tres acciones negativas las que contrastan con el valor positivo de haber sido justificados por medio de la fe en Cristo -ya que la acción de haber sido justificados por la ley es considerada una acción negativa. En ningún momento ese sujeto vosotros hace alusión a los redimidos por el Señor, a la iglesia verdadera, a los que fueron alcanzados por la gracia divina de tener a Jesucristo como su justicia.
Por otro lado, si la justicia de Dios es permanente, mal puede algún creyente verdadero caer de la gracia en la que ha sido puesto. Pero Pablo irónicamente se dirige a esos insensatos del primer capítulo como los que fueron justificados por medio de la ley, como ellos así lo suponían o lo decían. Son ellos los que están vacíos de Cristo, son ellos los que están caídos de la gracia. Y si alguien está caído de la gracia es porque nunca ha sido visitado por ella, ya que los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables (Romanos 11:29). Por otro lado, Jesús ha afirmado que sus ovejas no se irán jamás tras el extraño (no caen de la gracia) porque desconocen su voz (Juan 10:1-5). Y si es verdad lo que Jesucristo afirmó, que nadie arrebataría a sus ovejas de sus manos, que todo lo que el Padre le daba iría hacia él, para que él lo resucitara en el día postrero, ¿qué oveja del buen pastor caerá de la gracia?
De nuevo, la ironía del apóstol no es la única, en muchos otros textos también aparece dibujada. Y no solo la de él sino también la de otros escritores bíblicos. Baste por ahora el haber demostrado el sentido irónico de Gálatas 5:4, para que nadie se angustie por aquello de caer de la gracia, como si eso fuere posible. El autor y consumador de la fe es el mismo que comenzó la buena obra en nosotros, y la terminará hasta el final. En eso estemos confiados.
César Paredes
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