Lunes, 28 de diciembre de 2015

En la Biblia, como en cualquier otro libro, al leer hemos de tener en cuenta el contexto en que aparecen los vocablos. El célebre texto hallado en Juan 3:16 ha sido el caballo de batalla de la mayoría que asume la tesis universalista de la salvación. Dios amó de tal manera al mundo que envió a Su Hijo para que muriera por él. ¿Implica esto que Dios quiso salvar a todo el mundo, sin excepción? Porque de acuerdo al libro de Romanos (capítulo 9) Dios amó a Jacob pero odió a Esaú, aún antes de que hubiesen hecho bien o mal y de que naciesen.

Si Dios odiaba a Esaú desde siempre, no podemos afirmar ni sugerir que este personaje forma parte del mundo amado por Dios, de acuerdo a lo relatado en Juan 3:16. De allí que urge definir el significado del vocablo mundo encontrado en la Biblia, al igual que el adjetivo y a veces adverbio o también pronombre indefinido todo, toda, todos... Veamos algunas acepciones de los términos mundo y todo según su contexto.

1)    De cada nación (Apocalipsis 5:9);

2)    De cada tipo (Gálatas 3:28), no hay judío ni griego, ni esclavo ni libre, ni hombre ni mujer.

3) El sentido generalizado e hiperbólico del término, es decir, el sentido exagerado de la expresión. Por ejemplo, Juan el Bautista dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo (Juan 1:29). Pablo escribe a Tito y le dice que la gracia de Dios ha traído salvación a todos los hombres, pero lo que se dice en el verso 11 está referido entre los versos 2 al 10 (a todas las categorías de personas mencionadas allí). Por otro lado, no que Dios salve a cada individuo en particular sino que salva al mundo en forma colectiva y no distributiva. Es decir, Dios salva a judíos y gentiles (el mundo colectivo) pero no a cada individuo judío ni a cada individuo gentil (el mundo distributivo). Dios salva a todo tipo de personas, de cada nación, de cada época, de cada sexo, de cada estado o condición, sea alto o bajo, rico o pobre, esclavo o libre, dueño o señor. El evangelio no fue dado exclusivamente a los pobres del mundo sino también a los dignatarios, a los que están en eminencia, así como a las viudas y a los jóvenes, a todo tipo de persona.

De allí que se diga que Jesucristo es la propiciación por nuestros pecados y por los de todo el mundo (es decir, por los pecados de los judíos y de los gentiles). Pero recordemos que ese mismo Jesús no rogó por el mundo (Juan 17:9), de tal forma que mal pudo morir por todo el mundo sin excepción (o por el mundo por el cual no rogó).

4) Todo es usado para indicar todos los de un grupo o algunos de los de un grupo. Y seréis aborrecidos de todos por mi nombre; mas el que soportare hasta el fin, éste será salvo. ¿Quiénes son los que nos aborrecen? Ese todos no implica a la iglesia, a los escogidos de Dios, a los que son salvos por su gracia. Las ovejas no aborrecen a las ovejas. Entonces, ese todos hace referencia a una categoría de personas (al mundo perdido). Cuando Herodes se enteró por los magos que el niño había nacido, se turbó y toda Jesusalén con él. Acá el uso de toda Jesusalén implica una hipérbole, una exageración, que refiere a todos los impíos que temían el nacimiento del nuevo rey.  La mujer samaritana también dijo que había conocido a un hombre que le había descubierto todas las cosas que había hecho (Juan 4:29), pero Jesús solamente le había dicho que de los cinco maridos habidos ninguno era su marido. Jesús no le dijo todas las cosas, sin excepción, que había hecho.

5) Todo indica tipos o clases, a veces naciones, pero no todos los individuos. Hechos 2:17 narra que en los postreros tiempos Dios derramaría de su Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; y vuestros mancebos verán visiones, y vuestros viejos soñarán sueños. Esto no significa que todo el mundo profetizó, o tuvo visiones o sueños, significa que aún los gentiles (y no solo los judíos) fueron alcanzados con esa gracia particular en un momento dado de la iglesia naciente.

6) A veces mundo significa mucha gente o toda una categoría de personas. En el censo ordenado por César Augusto todo el mundo debía registrarse. Esta expresión todo el mundo está referida a los miembros del Imperio Romano, no al resto del mundo no dominado por ellos (Lucas 2:1-2). Asimismo, el pan de vida descendió del cielo y dio vida al mundo (Juan 6:33), pero no lo hizo con Judas, ni con Caín, ni con los que no están escritos en el libro de la vida del Cordero, desde la fundación del mundo. ¿Y qué diremos de esta expresión dicha por los fariseos?: He aquí, el mundo entero se va tras él (Juan 12:19). No se refiere a todos, sin excepción, porque los mismos fariseos no seguían a Jesús, ni los saduceos, ni Herodes, ni Poncio Pilatos, ni el Emperador, ni todos los judíos ni por supuesto todos los gentiles. De manera que hemos de entender la expresión como una exageración del lenguaje, una hipérbole. El libro de los Hechos nos declara que toda Asia y todo el mundo adoraba a la diosa Diana, pero eso no incluía a los apóstoles, ni a los nuevos cristianos, ni por supuesto al resto de los gentiles que podían despreciarla o que ni siquiera habían oído hablar de ella (Hechos 19:27). De igual forma sucede cuando Pablo agradece a Dios por la fe de los romanos, conocida y referida a través de todo el mundo, otra expresión hiperbólica (Romanos 1:8).

En resumen, aquellos a quienes Dios se propuso redimir incluyen a todos los que creen (Juan 3:16), de cada nación (Apocalipsis 5:9), de cada tipo (Gálatas 3:28, 1 Timoteo 2:1-6). De igual forma, el trabajo de Jesucristo es referido con los términos todo y mundo, por ejemplo, pero hemos de tener en cuenta sus contextos. Siempre el contexto delimita a un pueblo particular, el cual es celoso de buenas obras, los elegidos del Padre, los mismos por los cuales Cristo oró la noche antes de su crucifixión, los mismos por los cuales murió al día siguiente en la cruz.  Aquellos que el Padre predestinó porque amó desde la eternidad (conoció, en términos bíblicos) serán llamados oportunamente para creer el evangelio, serán justificados y glorificados. Ni uno más ni uno menos.

La predestinación implica que Dios ha fijado nuestro destino en cada circunstancia de vida, en todo lo que nos acontece (sea agradable o desagradable).  Pero debemos alegrarnos por cuanto todas las cosas nos ayudan a bien (a los que conforme a Su propósito hemos sido llamados), ya que Dios produce en nosotros el querer como el hacer, por su buena voluntad.

El amor de Dios para el mundo, según se describe en Juan 3:16, va referido al universo de personas elegidas para salvación desde la eternidad. El verso 17 lo especifica, pues no envió Dios a su Hijo al mundo para condenarlo, sino para que el mundo sea salvo por él. Si el vocablo mundo en este texto significa algo más que el universo de creyentes, Dios sería un fracasado al no haber alcanzado su propósito. Tal aseveración sería incongruente con la idea de la perfección de Dios.

El mundo salvo por él es el mismo por el cual Jesucristo murió. Finalmente, la palabra mundo puede significar varias cosas: 1) El universo material o la tierra donde se habita (Job 34:13; Efesios 1:4; Mateo 13:38); 2) La gente que vive en el mundo en su totalidad (Romanos 3:6, que dice que Dios juzgará el mundo), el Imperio Romano (Romanos 1:8), los creyentes (Juan 6:33 cuando dice: Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo, el mundo sin distinción (como cuando los hermanos de Jesús le dijeron que se manifestara al mundo, según Juan 7: 4); 3) El Estado (o la Patria) de los hombres caídos en pecado, de acuerdo a lo que Jesús dijo según lo recoge Juan 18:36:  Mi reino no es de este mundo: si de este mundo fuera mi reino, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos: ahora, pues, mi reino no es de aquí; 4) El sistema corrupto del mundo, como lo dejó ver Pablo cuando escribió que no se gloriaba sino en la cruz de Cristo, por el cual el mundo le era crucificado a él y él al mundo (Gálatas 6: 14); 5) El mundo es el reino de Satanás (de manera que Jesucristo no vino a morir por ese reino sino que dijo que no rogaría por el mundo (Juan 17:4). Ese reino satánico fue ofrecido al Señor en una de las pruebas a las que lo sometió el tentador, pero también fue descrito cuando el Señor le dijo a sus discípulos que venía el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí (Juan 14:30).

Como prueba final de la multiplicidad de sentido que tiene el vocablo mundo, veamos dos textos de Juan. En su evangelio (Juan 1:10) dice: En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por Él; y el mundo no le conoció. ¿En cuál mundo estaba? En la tierra de Palestina; ¿cuál mundo fue hecho por Él? El planeta tierra; ¿cuál mundo no le conoció? Los réprobos en cuanto a fe, pues sus ovejas hemos venido creyendo en él. En una de sus cartas escribió:  Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno (1 Juan 5:19). Ese mundo que está bajo el maligno excluye a los que somos de Dios, por lo tanto tampoco acá se refiere a la totalidad de las personas del planeta.

César Paredes

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Tags: SOBERANIA DE DIOS

Publicado por elegidos @ 10:22
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