Mi?rcoles, 19 de noviembre de 2014

La Biblia anuncia que llegaría un día en que los amadores de dinero harían mercadería de los feligreses. El momento ya llegó hace décadas, con los traficantes de la fe de los incautos, indoctos e inconstantes. Serán feligreses, pero les cabe la pregunta de si son ovejas. Ciertamente, hay un llamado a salir y huir de Babilonia, el misterio religioso, la cuna de las abominaciones. Aún allí tiene el Señor parte de su pueblo, engañado porque todavía no ha nacido de nuevo. Lo cierto es que él ha hecho un llamado a abandonar Babilonia, como lo dice el libro de Apocalipsis.

Pero lo que vemos a diario por la prensa, y a través de la denuncia en vídeos, es que existe el conjunto de transnacionales de la fe. Muchas empresas se han levantado para vender indulgencias, como lo hiciera el papado en otros tiempos. Ahora son las hijas de la ramera las que se dedican al negocio, recibiendo del feligrés ofrendas, envíos de joyas y donaciones de inmuebles, a cambio de la promesa de salir de deudas, recuperar la salud o sacar al hijo del mundo de las drogas.

Enlace es una de esas tantas cadenas que existen en lo que se llama Las Américas. Es el enlace del diablo, por medio del cual se le quita el dinero a los incautos.  Si el problema menor es la estafa económica, el problema mayor es el intercambio del pseudo evangelio. Con la exhibición de profetas y profetisas, nuevos apóstoles suben a la escena en compañía de expertos en hipnosis colectiva. Los pastores que tumban a los indoctos y los hacen temblar, diciéndoles que han recibido el Espíritu, y que ahora pueden pronunciar las nuevas lenguas, llegan a ser los abanderados de miles y millones de seguidores en el planeta, que esperan por la autenticación del evangelio en el hecho sobrenatural.

El problema es que para que existan falsos maestros debe haber una multitud de estudiantes dispuestos a aprender la extraña doctrina. El extraño no seduce a las ovejas, quienes no le reconocen su voz  porque siguen al Buen Pastor. El extraño trabaja con extraños, es el pastor de las cabras. Sin embargo, el Señor ha dicho que su pueblo debe salir de Babilonia. Entonces, sabemos que si las ovejas no oyen la voz de los extraños, los que sí la oyen o son cabras o son ovejas que no han nacido de nuevo.

En una oportunidad Jesús le dijo a un grupo de judíos: vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas (Juan 10:26). En otros términos, aseveró que para seguir al Señor y entender su palabra es menester primero ser oveja. Las ovejas oyen mi voz, resaltó, y me siguen. No son las cabras las que siguen al Pastor, simplemente aborrecen su voz y murmuran, diciendo como en otros tiempos: dura es esta palabra, ¿quién la puede oír? (Juan 6:60 y 66).

Pero las cabras aman el aprisco donde están los verdes pastos de las ovejas. Por eso invaden su recinto y comienzan a relegarlas, imponiendo su estilo de vida. El pastor asalariado ministra tanto para las ovejas como para las cabras, en forma simultánea, porque lo que lo gobierna es el argumento de cantidad: a mayor gente en sus sinagogas mayor ingreso en sus arcas. Acá la responsabilidad gravita de nuevo en las ovejas que ya son pueblo de Dios: salid de ella, pueblo mío.

También cabe la denuncia, como lo hicieron los apóstoles; es necesario decirles a los falsos maestros lo que son y es prudente recordar que si los que siguen a los extraños no son ovejas, los extraños mucho menos lo serán. Esa enseñanza se deriva de la simple lectura de Juan capítulo 10, versos 1 al 5. Las ovejas-cabras no pueden existir, son una anomalía genética imposible de producirse. Al menos esto es una verdad en materia espiritual; Jesús lo dejó muy claro en el texto mencionado por Juan, el evangelista.

Las ovejas tienen nombre y son conocidas por el Pastor que las llama a cada una; ellas reconocen su voz y lo siguen, pues él va delante de ellas. En cambio, el extraño es el pastor de las cabras, que son muchas, pero las ovejas propias del buen pastor no seguirán jamás al extraño, porque desconocen su voz.

Desconocer la voz del extraño implica no estar familiarizado con él. Otra vez el verbo conocer en la Biblia manifiesta el otro sentido, el que es diferente del conocimiento intelectual. Acá se refiere también a tener comunión con, pues una oveja no le dice nunca bienvenido a un extraño, a alguien cuya voz es distinta a la del Buen Pastor.

Aquellas ovejas que habitan la ciudad de Babilonia lo son en virtud de ser pueblo escogido de Dios, de haber sido representado por Jesucristo en la cruz, pero están allí porque todavía no han sido llamados por la gracia del evangelio. Al oír la palabra de Cristo nacerán de nuevo por operación del Espíritu, por lo tanto el efecto de su fe los hará huir y escapar del centro de las hechicerías y abominaciones de la tierra. De la misma manera habitó Lot en Sodoma, afligiendo su alma, hasta que Dios lo llamó para salir de allí.

Hoy día hay muchos que leyendo las Escrituras perciben la discrepancia entre lo que ellas enseñan y lo que Babilonia predica. Pero hasta que el Señor no abrió el corazón de Lidia, ella no pudo alcanzar la salvación histórica que tenía por vivir. De igual forma, el Señor nos ha dicho que todavía tiene pueblo suyo en Babilonia, pero le recomienda que salga de allí. Para poder salir necesita que su corazón de piedra sea removido y cambiado por uno de carne, como le aconteció a Lidia.

Esta proclamación demuestra el particular conocimiento que el Señor tiene en relación a su pueblo; asimismo, el cuidado que le imparte, al no dejarlo perecer junto a las cabras cuando le venga su castigo. Si en una oportunidad los que protestaron contra Roma se separaron de ella, hoy día urge a la iglesia alejarse de toda forma de apostasía.

El pseudo evangelio impartido por la cadena televisiva Enlace hace más daño que el escamoteo del dinero hecho al pueblo incauto e inconstante. Los agentes de Enlace han dado en venta a un dios a la imagen y semejanza de las pasiones espirituales de las multitudes, que solo juzgan por milagros y manifestaciones sobrenaturales. Como los antiguos judíos, estos también piden señales; sin embargo, las señales que seguían a Jesús y a los apóstoles marcaron una época de refrendación del evangelio anunciado. Hoy día, las nuevas señales que siguen al pseudo evangelio son tan débiles como la de los magos egipcios.

Estos falsos maestros han tenido que importar el kundalini de las regiones del Oriente, que abre la llave de la iluminación para adentrarse en el reino de las tinieblas. Para eso utilizan el tercer ojo, en virtud del desarrollo de la glándula Pineal. Así se reciben mensajes en la mente y la gente que lo recibe cree que ha tenido una revelación de su dios.

El Kundalini es la energía conocida como el poder de la serpiente para elevar la conciencia. Esta serpiente nace en la base de la columna vertebral y al subir hasta la coronilla proporciona experiencias místicas, estados de trance que permite la conexión con el mundo de los espíritus.   Ejercicios físicos como el yoga ayudarían para elevar el kundalini, así como los cantos, las visualizaciones (tan de moda hoy en la corriente evangélica psicológica), los mantras y las meditaciones que permitirán hacer fluir la energía.

Pese a lo dicho, solo queda descansar en el mensaje del evangelio. Si la gente corre tras los falsos maestros y los engañadores del oficio religioso, recordemos lo que el Señor dijo oportunamente:  ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis (Juan 8: 43-45).

César Paredes

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Tags: SOBERANIA DE DIOS

Publicado por elegidos @ 8:02
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