Lunes, 22 de agosto de 2011

Según la Biblia y la definición lógica de la filosofía, Dios tiene ciertos atributos que lo identifican como único. Es santo y puro, perfecto, amor y justicia, misericordioso -lo cual lo hace incapaz de injusticia alguna-, sin causa (autoexistente), autónomo, eterno, soberano, inmutable, omnipotente, omnisciente y mucho más.  Pero quizás lo que más nos llame la atención para lo que esperamos decir es que Dios nunca aprende. Sí, jamás aprende algo nuevo, pues el conocimiento que se adquiere presupone ignorancia previa, y dijimos que era omnisciente, por lo cual absolutamente sabio.

Si grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; y su entendimiento es infinito (Salmo 147:5), derivamos que Dios conoce el futuro en forma cierta. La lógica nos lleva a comprender que si lo conoce es porque existe, de manera que no lo conocería si no fuese un acto cierto. De allí que el futuro está necesariamente prefijado, pues nada hay contingente para Dios. El Teísmo Abierto, como se conoce a una corriente teológica curiosa, asume que Dios desconoce el futuro, por lo tanto éste es incierto y puede cambiar de acuerdo a nuestras actividades. De allí que Dios pueda ser manipulado hasta por nuestras oraciones. Otra variante del teísmo abierto dice que sí conoce el futuro, pero que ciertas partes del mismo le son ocultas y contingentes, por lo cual nosotros somos los actores que lo construimos.

Justo es decir que esta tesis teísta contraviene el principio de la omnisciencia de Dios.  Dios ha actuado desde la eternidad, lo cual supone que no lo hace en el tiempo, pues como dijo Agustín: no en el tiempo, sino con tiempo, creó Dios los cielos y la tierra. Por este actuar en la eternidad, cada acción suya tiene su propósito, sin dejar al azar o a la ligera que suceda alguna de ellas. Esa es la razón por la cual Pablo escribe que todas las cosas nos ayudan a bien, a los que a Dios aman, esto es, a los que conforme a su propósito hemos sido llamados (Romanos 8). No se trata de que Dios aprovecha las acciones humanas para su propósito eterno, pues nada escapa de su voluntad en tanto creador de todo cuanto existe. ¿Acaso puede existir algo creado que sea independiente de su voluntad? Ya lo había declarado Pablo: en Él vivimos, nos movemos y somos, o uno de los poetas griegos citados por el apóstol: linaje suyo somos.  David tuvo que cantar: Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas (Salmo 139:16).

Dios no tiene plan B, sino solamente plan A. De manera que su voluntad es incambiable. Poco importan los antropomorfismos usados por los escritores bíblicos para expresar la idea de un Dios que se arrepintió de hacer al hombre, como si algo le hubiese salido mal y lo hubiese sorprendido. Lo cierto es que ese mismo Dios ha declarado que hizo al impío para el día malo (Proverbios 16: 4), ¿Se tocará la trompeta en la ciudad, y no se alborotará el pueblo? ¿Habrá algún mal en la ciudad, el cual Jehová no haya hecho? (Amós 3: 6). ¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó? ¿De la boca del Altísimo no sale lo malo y lo bueno? (Lamentaciones 3: 37-38). (Yo) que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto (Isaías 45:7). El diablo es su agente, y aunque su propósito es torcido, el de Dios es recto. Génesis 50: 20 lo demuestra, cuando se expone lo que José dijo ante sus hermanos: que ellos habían pensado mal contra él, pero que Jehová había pensado bien. La actuación de los hermanos de José cuando lo agredieron y lo vendieron como esclavo era malévola y nociva, pretendía hacerle daño. José sufrió el momento en que fue sorprendido y el maltrato y cárcel al que fue confinado, pero al final del acto se resume que todo le salió mucho mejor de lo que hubiese imaginado. Se convirtió en bendición para su familia, para sus propios hermanos quienes habían pensado mal contra él. Fue bendición para el pueblo de Egipto, pues Dios lo utilizó dándole sabiduría y preservando a la nación con sus riquezas y alimentos. La visión teológica de José no es otra que la del reconocimiento del Dios soberano, que todo lo tiene controlado, aún los pensamientos y acciones de sus impíos hermanos.

Oh Asiria, vara y báculo de mi furor, en su mano he puesto mi ira. Le mandaré contra una nación pérfida, y sobre el pueblo de mi ira le enviaré, para que quite despojos, y arrebate presa, y lo ponga para ser hollado como lodo de las calles. Aunque él no lo pensará así, ni su corazón lo imaginará de esta manera, sino que su pensamiento será desarraigar y cortar naciones no pocas ...  Pero acontecerá que después que el Señor haya acabado toda su obra en el monte de Sion y en Jerusalén, castigará el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria, y la gloria de la altivez de sus ojos. (Isaías 10:5 -7,12).  No hay plan B, solamente un solo propósito en una cadena de eventos que se entrelazan por el puro acuerdo de su voluntad. Y se nos revela lo que quiere revelarnos, pues tiene cosas que nos son ocultas (Deuteronomio 29: 29).

Si de la boca de Jehová sale lo bueno y lo malo, acordémonos de los actos predestinados en relación a la crucifixión y muerte de Jesucristo. Esta cadena de eventos fue escrita con antelación por sus profetas, de acuerdo al propósito de Dios (Hechos 2: 22-24), y como Dios no puede conocer nada nuevo, entonces Él lo preparó de antemano. Algunos sugieren torcidamente que Dios encaminó las malévolas intenciones de los hombres que rodearon a Jesús para llevar a cabo sus planes. O dicho de otra manera, que esos planes se armaron en el momento, dado su pragmatismo y aprovechando las circunstancias. Entonces lo profetizado se debe a causa de su pre-conocimiento del corazón humano. Como Dios ya sabía que a su Hijo lo iban a crucificar con todos esos detalles que sus profetas escribieron, se atrevió a profetizar. Pero eso no es profecía, ni soberanía, ni omnisciencia. Eso es bola de cristal, ver el futuro (como si se pudiera) a través de las intenciones de los hombres malos. Y como todo eso le era contingente, fue un Dios con muchísima suerte, pues cada detalle anunciado se cumplió al pie de la letra. Pero ya dijimos que Dios no puede conocer nada nuevo, pues es perfecto y su conocimiento llena toda la tierra. Somos sus criaturas, y no tenemos nada que pueda él conocer y aprender de nosotros.

Por otro lado, si hubiese profetizado en base a un pre-conocimiento de las malas acciones de los hombres, o en base a teoría de probabilidades, es un Dios mentiroso que se las da de profeta, pero que averigua el futuro por los poderes especiales que posee. De allí que el futuro le sigue siendo incierto y los teístas pueden manipular el destino del planeta y de los hombres. Pero nada hay más ajeno en su Palabra revelada que estas cosas contingentes e inciertas. Cuanto Dios predijo y profetizó por boca de sus profetas en cuanto a la crucifixión de Jesucristo, preparado desde antes de la fundación del mundo para tal fin, antes de la caída de Adán y Eva, lo hizo de Sí mismo. Pensó y coordinó todas esas acciones malévolas del corazón humano. Poco importa que sus agentes hayan sido todos hombres perversos, lo que importa es que esos pensamientos no salieron de ellos mismos, sino que fue un designio de Dios desde los siglos.

Por eso el Hijo dijo del Padre que deberíamos temerle, pues podría echar el alma y el cuerpo en el infierno eterno. Por eso nos enseñó en la oración conocida como el Padrenuestro a pedir que no nos metas en tentación, sino líbranos del mal (otras versiones dicen: no nos induzcas en tentación, a la tentación, sino líbranos del malo). Ciertamente es un Dios soberano al que se le pregunta ¿por qué, pues, inculpa, pues quién ha resistido su voluntad? (Romanos 9). Pero ese Dios revelado no se avergüenza de mostrarse como lo ha hecho, son sus nuevos fariseos los que tratan de defender y disimular lo soberano de sus declaraciones, para amainar la impotencia que resulta en el hombre sujeto como vulgar arcilla en manos del Alfarero.

Nuestra relación con Él ha de ser de súplica, de amor, de confianza, pues si Cristo murió para amistarnos con Él, entonces tenemos paz y somos declarados sus amigos. Mirad cual amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios (1 Juan 3: 1). Estos hijos son aquellos por los cuales Cristo rogó en Juan 17, los que habrían de creer por la palabra de sus discípulos. No son el mundo, por el cual no rogó (Juan 17), son sus ovejas que no van tras la voz del extraño, son los escogidos desde antes de la fundación del mundo para ser una nación santa. Esa es la buena noticia para su pueblo que vino a salvar (Mateo 1: 21), los muchos que vino a salvar (Isaías 53:11: Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a MUCHOS, y llevará las iniquidades de ellos), es el evangelio conforme a conocimiento (Romanos 10). Conoce el Señor a los que son suyos (tiene comunión con los suyos), pues a los que no lo son, porque no son sus ovejas, les dirá aquel día: apartaos de mí, hacedores de maldad, nunca os conocí (Mateo 7: 23).

Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos (Jeremías 10: 23); De Jehová son los pasos del hombre; ¿Cómo, pues, entenderá el hombre su camino? (Proverbios 20: 24).

Sirva el ejemplo de un rey loco a quien le fue devuelta la cordura, para ilustrar la omnipotente soberanía de Dios. Una vez restaurado, sus palabras pasaron a la posteridad registradas en el libro de Daniel el profeta:  Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces? (Daniel 4: 34 -35).

César Paredes

[email protected]

destino.blogcindario.com

   

 

   

 

   

 

 

   

 

 

 

 

 

 

 


Tags: SOBERANIA DE DIOS

Publicado por elegidos @ 13:14
Comentarios (0)  | Enviar
Comentarios