Martes, 07 de junio de 2011

Una de las m?s odiadas y queridas doctrinas de la Biblia es la de la elecci?n.? No solamente los no regenerados no entienden esta ense?anza, sino que muchos llamados cristianos no la comprenden.? Algunos llegan a aceptar que Dios es soberano para enviar truenos, crear tormentas, terremotos, hacer el mundo o la luz con la sola orden de su palabra. ?Pero cuando se trata de transformar el alma humana, entonces Dios se limita a la soberana voluntad que los humanos tienen.? Eso no es cierto, pues la Biblia demuestra con m?ltiples textos que Dios hace como quiere, tanto en los ej?rcitos del cielo como en toda la tierra.? Pero esta situaci?n plantea una gran interrogante, sobre qu? es lo que han cre?do los que dicen que creen.

La carta a los Efesios, en su cap?tulo 1 versos 3 al 16 nos describe el trabajo del Dios Trino en la salvaci?n.? Desde el 3 al 6 Dios Padre elige, desde el 7 al 8 el Hijo redime, desde el 12 al 14 el Esp?ritu aplica el sello y se muestra a s? mismo como garant?a de esa salvaci?n. ?Elecci?n, redenci?n y salvaci?n,? lo que la teolog?a llama la econom?a de la Trinidad.? Dios ha ordenado que toda su palabra sea proclamada, por lo tanto la elecci?n debe anunciarse.? Hechos 13: 48 menciona el decreto eterno:? y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna.

De esta forma nadie agarra a Dios por sorpresa, hacemos planes pero ?l es quien nos sorprende.? Dios conoce a?n el n?mero de los cabellos de nuestra cabeza, por lo tanto conoce todas nuestras caracter?sticas y necesidades.? Dios no trabaja al azar, el evangelio no es lanzado a la suerte tampoco, pues su palabra hace lo que le ha sido ordenado hacer para no regresar vac?a, sino con aquello para lo que fue enviada.

2 Timoteo 2: 19 nos asegura que la fundaci?n de Dios se mantiene segura y tiene este sello: el Se?or conoce qui?n es...qui?n (Pero el fundamento de Dios est? firme, teniendo este sello: Conoce el Se?or a los que son suyos; y: ap?rtese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo). La dificultad de entender una doctrina no estriba en la doctrina misma, sino en el deseo de las personas de comprenderla.? Dios no orden? su palabra para que sus hijos no la entendiesen, sino para que lo conociesen a ?l.? Pero sucede ac? como cuando Jesucristo hablaba en par?bolas, que aparece el misterio de la ceguera para que viendo no entiendan, no sea que Dios tenga que salvarles.?

Juan 15: 16 dice: ustedes no me escogieron, sino yo a ustedes.? Pero la gente afirma: Yo escog? a Dios, decid? seguir a Jes?s, acept? a Cristo como mi salvador.? Otros a?aden y como mi se?or, como si fuere posible que ?l sea salvador pero no se?or de sus ovejas.? Pero acerqu?monos a Juan cap?tulo 10, donde se recogen en forma muy directa las palabras de Jes?s.

Primero que nada se nos asegura que hemos de entrar por la puerta en el redil de las ovejas.? El pastor de las ovejas entra por all? y el portero (el Padre) le abre la puerta y las ovejas oyen su voz.? Adem?s, cada una de ellas tiene nombre, de manera que no es un llamado al azar.? Despu?s nos dice que el pastor va adelante y las ovejas oyen y conocen su voz (escuchan su doctrina), pero no seguir?n al extra?o (no se van tras cualquier viento de doctrina).? En otros t?rminos, no escuchan una ense?anza contraria a la del pastor.? Ahora bien, si hubiere duda de lo que ense??, porque se supusiese que es asunto de Pablo, o de Pedro, o de cualquier otro ap?stol que lo interpret? mal, entonces atendamos lo que Jes?s nos dice en este cap?tulo 10 del evangelio de Juan.? Sucede en este punto que muchos no le entendieron, como a?n hoy tampoco le comprenden.? ?Ser?n ovejas o ser?n cabras?? Esto se responde en el verso 11: Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas (no por las cabras, que no pueden escuchar su voz, por lo tanto no comprenden).

El verso 15 reitera lo dicho, pues afirma que pone su vida por las ovejas. ?La gente qued? turbada con sus palabras, al punto que poco despu?s, en una fiesta de Jerusal?n, le rode? y le dijo: ?Hasta cu?ndo nos turbar?s el alma? ?Jes?s les respondi?: vosotros no cre?is, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho (verso 26). ?Luego a?ade para aclarar que sus ovejas lo son no por voluntad propia, sino por la voluntad del Padre:? Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre (verso 29).? Jes?s reafirm? que no depende de que alguien diga frases ensayadas, oraciones aprendidas, sino de la voluntad de Dios.

Hay doctrinas de la Biblia que turban el alma, pero no en las ovejas.? Acord?monos que poco antes un grupo de disc?pulos le hab?a dejado por causa de la misma doctrina, diciendo:? dura es esta palabra, ?qui?n la puede o?r?? (Juan 6: 60).? Si no hubiese habido elecci?n entonces no habr?a Cristo ni salvaci?n, no habr?a evangelio para proclamar.? Nadie ser?a salvo y por lo tanto no habr?a Mes?as.? Romanos 9: 29? repite lo de Isa?as, a menos que el Se?or nos hubiese escogido nadie ser?a salvo, pues ser?amos como Sodoma y Gomorra.?

Pero somos bendecidos en Cristo con toda bendici?n (Efesios 1: 3), de manera que sin elecci?n tampoco habr?a bendici?n alguna. En 2 Tesalonicenses 2: 7-14? se nos dice que el misterio de la iniquidad ya est? en acci?n, que actuar? con enga?o de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. ?El evangelio se predica a todos porque ese es el mandato, aunque muchos han muerto sin haber escuchado jam?s una palabra de la revelaci?n.? Pero en muchos tampoco esa verdad predicada tiene cabida y la rechazan y la odian.? En algunos sucede como en la par?bola del sembrador, que la semilla de la verdad brota y hace que la planta crezca un poquito, pero luego los problemas del mundo la opacan y matan su ra?z y no da ning?n fruto.? Uno de esos problemas del mundo es la negativa a comprender la elecci?n como una verdad revelada.? Al negarla la gente se enaltece, pues tiene algo que aportar en su salvaci?n. ?Recordemos que en la econom?a de la salvaci?n el hombre no entra en negocios, pues es un asunto netamente divino.? El hombre es su objeto, pero nunca su sujeto.

?Por otro lado, los que se ufanan de aportar su voluntad al negocio de la salvaci?n, modifican al Dios de la Biblia a su imagen y semejanza.? Seg?n como creen, as? es su dios.? Van forjando su ?dolo, que ya no es de madera ni de yeso sino de acuerdo a la teolog?a de su presunci?n.? Por supuesto que se adornan de religiosidad, como los antiguos fariseos hac?an.? No se puede trasplantar una semilla muerta, ni una planta sin ra?z, para despu?s verla crecer.? Eso no es posible por m?s agua y nutrientes que se le coloquen.? Lo mismo sucede con las personas que simulan a trav?s de su religi?n que tienen el Esp?ritu de la verdad, porque sencillamente lo que poseen es el ?dolo que han conformado a partir de lo escuchado y que han mal aprendido de la Biblia.? De all? que se cumpla la Escritura una vez m?s: Dios les env?a un esp?ritu de maldad para que crean a la mentira.

El Concilio de Trento que es el de la Contrarreforma dice que sea anatema (maldito) todo aquel que diga que el hombre desde ?Ad?n no tiene voluntad libre.? Los que se oponen a la elecci?n concuerdan con Roma, que tampoco cree que Dios haya escogido a unos para salvaci?n y a otros para condenaci?n.? Tal vez no sepan que hubo un hombre llamado Arminio, que sigui? el juego de la Iglesia Romana, que introdujo con su influencia en las iglesias protestantes la semilla de este ?rbol da?ado en la teolog?a de sus seguidores.? No importa que se ignore su nombre, pero si rechaza la elecci?n usted sigue su mismo camino.??

Ignorar el centro del evangelio ser?a lo que otros han denominado una ignorancia mortal.? Pablo en Romanos 10: 2 dice que los jud?os tienen celo en cuanto a Dios pero ignoran la eficacia del evangelio.? Ese ?dolo forjado ha sido hecho desde muchos siglos anteriores, pero muchos est?n ahora unidos a ?l para darle la honra que exige: ser testigos para su confusi?n (Isa?as 44: 9). ?La mortal ignorancia es la causa y el fruto de ese ?dolo.

Se nos exhorta a tener cuidado de nosotros y de la doctrina, pues eso equivale a entrar por la puerta de las ovejas (1 Timoteo 4: 16).? Independientemente de que Dios es el autor y el consumador de la fe, de que lo que empez? en sus ovejas lo habr? de culminar, se hace la exhortaci?n para que actuemos con algo muy ?til para nuestras vidas: ocuparnos de la doctrina. ?Al final Dios separar? el trigo de la ciza?a, y ciertamente la semilla sembrada por Arminio es ciza?a.? Pero as? como se le consider? un hereje en su ?poca, somos llamados a no dejar que la vieja levadura da?e la masa.? Se hace necesaria la separaci?n, sin que esto represente que pretendamos arrancar la ciza?a, pues no se est? diciendo que no pueda haber dentro de las ovejas personas confundidas. ?Lo que s? podemos afirmar es que hasta el momento de su confusi?n no les ha amanecido.? Y debemos apartarnos de todos aquellos que no traigan la misma esperanza que nosotros tenemos: Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recib?is en casa, ni le dig?is: !Bienvenido! Porque el que le dice: !Bienvenido! participa en sus malas obras (2 Juan 1: 10-11).? No podemos alabar a Dios con los que alaban a los demonios, en una mixtura que se convierte en una masa leudada con la vieja levadura.

C?sar Paredes

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Tags: SOBERANIA DE DIOS

Publicado por elegidos @ 21:18
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