Martes, 26 de abril de 2011

En los evangelios se recoge la historia de un hombre emblem?tico dentro de los hechos relacionados con la crucifixi?n. Se llamaba Barrab?s, o lo que es lo mismo: el hijo del padre. ?Este apelativo encierra la idea de que era hijo de una persona noble, por lo tanto de alguien con la propiedad de ser reconocido como padre. Lo cierto es que la Biblia le menciona como un sedicioso, un criminal y ladr?n, que se mostraba como una persona peligrosa. Su castigo habr?a de ser sin duda alguna la crucifixi?n.? Sin embargo, la multitud reunida e instigada por los jefes religiosos clamaron por su liberaci?n, en una suerte de conmutaci?n por la persona de Jesucristo, de quien llegaron a decir: que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos.?

Barrab?s fue llamado un prisionero notorio, sedicioso, bandido. Josefo, el historiador jud?o, recogi? la informaci?n y lo llam? revolucionario. ?Lo cierto es que m?s all? de las circunstancias que rodearon su liberaci?n puede ser visto como un prototipo de la humanidad. Jesucristo vino a salvar lo que se hab?a perdido, vino a buscar enfermos, injustos, seres imperfectos. Este prisionero puede muy bien simbolizar el temple general de la raza humana, ca?da en delitos y pecados, en todo tipo de transgresiones contra el Creador, sumergida en las prisiones del mal. ?Jesucristo tambi?n vino a liberar a los cautivos de Satan?s, aquellos que el Padre le dio desde antes de la fundaci?n del mundo. ?La Biblia se?ala que cuando el Se?or resucit? llev? cautiva la cautividad. ?El relato b?blico no nos dice cu?l fue el destino final de este prisionero liberado. ?No sabemos si obr? en ?l arrepentimiento para perd?n de pecados, o si al contrario aprovech? la ocasi?n para seguir hundi?ndose en sus cr?menes.

Aunque haya sido un personaje hist?rico, ligado a la crucifixi?n de Jes?s, ha pasado a ser una figura metaf?rica.? Barrab?s representaba la ant?tesis de lo que se mostraba en Jesucristo. Jes?s era el hijo del Abba, como le dec?a en arameo: Abba Padre.? Barrab?s tambi?n era hijo del padre, pero no precisamente del celestial, sino m?s bien del pr?ncipe de este mundo, o del padre de las tinieblas. ?En Barrab?s sobraban las acciones por las cuales los romanos justificaban su encarcelamiento, pero en cuanto a Jesucristo el mismo Pilatos trataba por sus humanos medios de liberarle. Se cree que la yuxtaposici?n de los nombres, propuestos por el procurador de la provincia romana de Judea, Jes?s o Barrab?s, fue una salida inteligente. ?Supon?a que ante la evidencia de los cargos criminosos contra Barrab?s la multitud pedir?a la libertad de Jes?s.?

El destino mostr? otra posici?n, la necesaria agon?a del Hijo para la redenci?n de la humanidad escogida. Recordamos que Jes?s un d?a dijo: el buen pastor su vida da por las ovejas.? Tambi?n agreg? que ?l pon?a su vida por las ovejas, y que muchos de los que le o?an no iban a ?l porque no eran de sus ovejas. ?Al parecer Barrab?s tuvo un alivio temporal, que no pudo administrar para su beneficio eterno, por cuanto como cualquier ser humano estaba muerto en sus delitos y pecados. Desde esa perspectiva, ?l ejemplifica a la humanidad cautiva en el pecado, con una voluntad vendida al mal y bajo la ceguera del pr?ncipe de este mundo.

Barrab?s era un hombre sedicioso, cuyas acciones ilegales hab?an brindado esperanza pol?tica al pueblo jud?o, quien aguardaba a un Mes?as que le diese la libertad hist?rica del imperio romano. Tal vez el crimen de un sedicioso puede ser visto como menos serio que el de uno que comete felon?a. Pero la Biblia tambi?n lo se?ala como un hombre que era ladr?n, un bandido muy connotado. ?De todas formas, la multitud lo proclam? como su h?roe hist?rico y terrenal, como el hijo de su padre. En cambio, Jes?s era el Hijo del Abba Padre, pero su esperanza no ten?a cabida en los modelos pol?ticos esperados.

Uno puede suponer que la humanidad ha estado desde sus inicios en la b?squeda de soluciones pol?ticas a sus problemas de turno. ?Se ha interesado en demas?a en los argumentos de Estado, en las intrigas de poder, en los m?todos de razonamiento l?gico que demuestren la verdad o falsedad de su realidad pol?tica. No en vano Polis tiene que ver con la ciudad, y desde los inicios de ella, con el viejo Nimrod, la humanidad quiere ocuparse de los problemas del aqu? y ahora, de espaldas a su Creador.

Hoy tenemos mayor visi?n de los hechos hist?ricos, porque guardamos las memorias de los pueblos. Si ayer Pilatos pudo preguntar ?a qui?n quer?is que os libre: a Jes?s o a Barrab?s?, hoy la pregunta puede ser distinta. Tal vez, ?qui?n quieres que te libre: Jes?s o Barrab?s? Uno ofrece libertad espiritual, de los amarres de la historia. El otro ofrece libertad pol?tica, en una conjunci?n en la que nosotros nos hacemos part?cipes en las sediciones contra el esp?ritu.

No podemos confiar en el buen criterio del pueblo, como lo hizo Pilatos. El procurador de Judea escogi? al preso m?s afamado, el m?s peligroso y menos digno de ser liberado, un homicida sedicioso y asaltante. ?Lo puso al lado de Jes?s, de manera que el pueblo pudiese decidir confiado en su justo criterio. ?Pilatos no percib?a error alguno en la decisi?n que tomar?a la muchedumbre. ?Se demostr? que la mayor?a no siempre tiene la raz?n.? El pueblo sorprendi? al gobernante, cuando grit? a voces que demandaba la muerte para el hombre de los milagros, el que hab?a alimentado a las multitudes, el que hab?a resucitado a L?zaro, el que san? a leprosos y dio vista a los ciegos, el que camin? sobre el mar, el que demostr? gran sabidur?a al hablar. ?De nuevo hubo sedici?n, pero esta vez fue contra su propio esp?ritu. Era el recuerdo heroico de Barrab?s el que impon?a su esperanza como liberador pol?tico, detr?s del cual pod?an aguardar los asuntos del reino de los cielos. ?El resultado fue muy sencillo: liberaron al homicida y mataron al Salvador.

El planteamiento de hoy se basa en los mismos personajes: ?Jes?s o Barrab?s?? Lo eterno o lo temporal, la obra de Dios o la del hombre. ?Parece ser que la liberaci?n de Barrab?s no le sirvi? de nada, si tuvo que enfrentarse a la eternidad sin la sangre del Cordero pascual. ?Porque ?qu? aprovechar? al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?... (Mateo 16:26).

C?sar Paredes

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Tags: SOBERANIA DE DIOS

Publicado por elegidos @ 23:54
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