En el segundo libro delas Cr?nicas, el cap?tulo 6 menciona una relaci?n entre el pecado y la locura.El verso 36 se inicia con un sicondicional: Si pecaren contra ti - ysabemos que no hay humano que no peque - vendr?an una serie de castigos talescomo caer ante los enemigos y ser cautivos en tierra ajena. Pero inmediatamenteen el verso siguiente agrega, continuando con el si condicional que hab?ainiciado, ?y ellos volvieren en s? (y oraren y se convirtieren), entonces Diosoir? desde los cielos.
Otro texto encontradoen Lucas 15, referente al hijo pr?digo, nos dice que volviendo en s?, se plante? volver a la casa de su padre, paradecirle: Padre, he pecado contra el cieloy contra ti. Pedro en una oportunidad fue liberado por un ?ngel cuandoestaba preso en una c?rcel.? El pensabaque lo que le acontec?a era una visi?n, estaba fuera de s?, pero una vez queestuvo fuera,? en la calle de la ciudad, volviendo en s? entendi? que el Se?orhab?a enviado su ?ngel para librarlo de la mano de Herodes (porque su impactofue tal que parec?a una locura todo lo que estaba viendo). Ac? volver en s? nose refiere a la locura del pecado, sino a estar fuera de la realidad normal porrazones diferentes, por razones del impacto sobrenatural.
Otro caso importantepara contraponer se encuentra en el libro de Juan, cap?tulo 10, verso 20. Losjud?os acusaban a Jes?s y proclamaron: Demoniotiene, y est? fuera de s?; ?por qu? le o?s???Jes?s fue acusado delocura, pero quienes lo hicieron fueron hombres naturales incapaces de percibirlas cosas que son del Esp?ritu de Dios, pues las percibe como locura ( 1Corintios 2: 14). El hombre natural es seg?n la Biblia el que no ha nacido delEsp?ritu, ya que las cosas espirituales han de ser discernidas espiritualmente.
Por lo vistoanteriormente, estamos frente a un universo de locos. De un lado Dios describeel pecado humano como desvar?o o locura, bajo el concepto de estar fuera de s?.? Al mismo tiempo, el mundo responde ante esaacusaci?n diciendo que Jes?s y sus creyentes estamos locos. De igual forma,existen situaciones en la vida de los que creen que pueden ser vistas comolocura, como lo fue el caso de Pedro saliendo de la c?rcel. Estaba fuera de s?mismo, pensando que lo que le acontec?a era una visi?n, por lo impactante deesa maravilla. Tambi?n hay una asunci?n ir?nica de la locura, como cuando elap?stol Pablo le dice a una iglesia: ?Ojal?me toleraseis un poco de locura! S?, toleradme (2 Corintios 11: 1).
En casi todas lasculturas hay un espacio y un tiempo para la locura, para lo irracional,diferenciado del mundo de la racionalidad. Por ejemplo, lo irracional de laantigua Grecia quedaba enmarcado en lo dionis?aco, en los misterios de Eleusis.All? se daba rienda suelta a la locura. En el culto a Dionisio se manifestabala p?rdida de la prudencia y discreci?n hasta el descarrilamiento. Hoy d?asucede algo parecido con los carnavales.
Dec?a Plat?n, enFedro, Es m?s hermosa la locura porqueprocede de la divinidad, que la cordura que tiene su origen en los hombres.Pero la locura es un estar fuera de s?,una p?rdida de la lucidez, una confusi?n, o tal vez es vista como una posesi?ndemon?aca, aunque siempre dentro de la naturaleza humana. La locura conllevatambi?n una arrogancia al pretender negar la realidad. Un elemento oscuro semanifiesta en el hombre y se opone a la estabilidad y balance de su esp?ritu.
Es una falla en lacapacidad de enjuiciar, porque el delirio es un error contrario a la verdad. Eldelirio viene a ser una convicci?n sin fundamento o base, que parte de unapremisa falsa. Desde esta ?ptica, la Biblia se?ala que el hombre en su pecadodelira, est? fuera de la realidad del ?nico Camino. Apartado del Creador, laidentidad humana desvar?a en la b?squeda de su propio sendero, que parece rectoen su propia opini?n empero con un fin de perdici?n.
A eso llama laEscritura estar fuera de s?. Por v?aen contrario, volver en s? es lanegaci?n de la conducta anterior, es el camino para la oraci?n y para elarrepentimiento. Le sucede con frecuencia al creyente que se aparta pormomentos del sendero que lleva a su patria, para entrar en la locura del mundo,en las dionis?acas que se han dado a trav?s de la historia humana. El desvar?oimplica llamar bueno a lo malo y malo a lo bueno (Isa?as), jactancia en lavanidad del error. Errar es salirse del camino y pecar es errar el blanco.
El hijo pr?digo es elprototipo del creyente que toca fondo en materia del desvar?o, hasta que sinsoportar el hedor de la pocilga, atormentado por el hambre que no alcanza asaciar - ?Por qu? gast?is el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo enlo que no sacia? O?dme atentamente, y comed del bien, y se deleitar? vuestraalma con grosura (Isa?as) -, este hijo recuerda a su Padre. Ese Padre tambi?nestaba expectante, pues sal?a a ver en el horizonte a esperar a su hijo. Losdos se anhelaban el uno al otro, como tambi?n se desprende de la par?bola de laoveja perdida.? El buen pastor sali? abuscar a la extraviada hasta encontrarla; el hijo pr?digo fue encontrado en susmemorias, en la palabra sembrada del Padre. Por eso, al despertar de suletargo, se dice de ?l que volvi? en s?.
El hijo pr?digo sali?de su locura, de su desvar?o, de su falaz interpretaci?n de la realidad. Suerror estuvo centrado en suponer que los negocios del mundo, la vanagloria dela vida y los deseos de los ojos, constitu?an la realidad tangible que lecorrespond?a vivir. Esa realidad vale para el hombre natural, ese que suponeque las cosas del Esp?ritu son locura. Pero el hijo pr?digo era hijo. Eso suenamuy simple y tautol?gico, pero no menos veraz, por ello volvi? en s? y exclam?: Me levantar? e ir? a mi padre, y le dir?: Padre, he pecadocontra el cielo y contra ti (Lucas 15).
Nuestra relaci?n conDios puede ser trastornada por causa de nuestras transgresiones, pero cuandoempezamos a recapacitar suele sucedernos que volvemos a la sanidad.? No cabe duda de que la Biblia considera alpecado como una especie de trastorno mental, sin que ello implique que todotrastorno mental sea pecado. ?Pedro fuetrastornado y estuvo fuera de s? por lo sucedido con el ?ngel en la c?rcel;otros hermanos han podido ser v?ctimas de tortura - como algunos de loscreyentes que vivieron en las Catacumbas romanas - y sufrir un trastornops?quico en consecuencia. ?Sin embargo,el llamado del Padre para los extraviados en el pecado es a volver en s?.
Este volver en s? conlleva una serie de actosnecesarios y naturales en el alma redimida: oraci?n, abandono de la rebeli?n,reparaci?n de da?os en lo posible. Recordemos siempre este mensaje: El que encubre sus pecados no prosperar?;?masel que los confiesa y se aparta alcanzar? misericordia (Proverbios 28:13).
C?sar Paredes
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