Mi?rcoles, 30 de marzo de 2011

Puesto que Dios nunca cambia, su revelaci?n sigue siendo relevante para nuestro tiempo.? El libro del profeta Isa?as es en ocasiones denominado A los Romanos del Antiguo Testamento, un poco por la forma en que el escritor ve en amplia perspectiva la manera como que Dios trabaja en la historia.? Su visi?n de la gracia y de la santidad del Creador avala esta similitud.

Su libro est? estructurado con dos secciones: desde el cap?tulo 1 al 39 y desde el 40 al 66.? La primera parte est? dedicada al tratamiento de las condiciones sociales, pol?ticas y religiosas de Jerusal?n y Jud?, en el marco hist?rico de los reyes Uz?as, Jotam, Acaz y Ezequ?as. ?Esta incluye los juicios a las naciones vecinas. El segundo cuerpo del libro se ocupa de una ?poca futura e ideal en tanto se cumplen las profec?as de la primera secci?n.? La necesaria y suficiente unidad del libro lo atestiguan como uno solo y del mismo autor.

Jesucristo hizo referencia a Isa?as, al igual que Pablo, Mateo, Lucas y Juan, lo cual le da suficiente credibilidad a la autor?a y confecci?n del libro del profeta, en el per?odo comprendido entre 740 a 680 antes de Cristo. ?Con su carga po?tica y dominio del lenguaje, Isa?as presenta desde el inicio a un pueblo que no entiende y que carece de conocimiento porque est? corrompido desde la planta del pie hasta la cabeza.? Desde ese espacio hist?rico se anuncia la gracia soberana del Todopoderoso: Si Jehov? de los ej?rcitos no nos hubiese dejado un resto peque?o, como Sodoma fu?ramos, y semejantes a Gomorra (Is. 1:9).

Un hecho notorio dentro de la gracia se mantiene a lo largo de su libro: Dios ordena a su remanente a lavarse y a limpiarse, a estar a cuenta. Al remanente se le dice: Si quisiereis y oyereis, comer?is el bien de la tierra; si no quisiereis y fuereis rebeldes, ser?is consumidos a espada... (Is. 1: 19-20). Pablo aclara a trav?s de lo escrito a los Filipenses (2:13) que Dios produce en nosotros tanto el querer como el hacer, por su buena voluntad. Es la gracia manifiesta la que nos impulsa a desear a Cristo, y la que valida el consejo de limpiar nuestras manos manchadas de sangre. ?No hay contradicci?n dentro de la soberan?a del Dios de la Biblia: de un lado ordena que seamos responsables, ir a ?l, y de otro lado gobierna nuestra voluntad para llevarnos a su regazo, seducidos ?con sus cuerdas de amor. No obstante, nosotros actuamos y participamos con nuestra mente, cuerpo, alma y esp?ritu en su accionar, ya que en ?l vivimos, nos movemos y somos.

Dejaos del hombre, cuyo aliento est? en su nariz; porque ?de qu? es ?l estimado? (Is. 2:22). Este llamado lo hace oponiendo la vanidad y lo ef?mera de la vida humana frente a la eternidad y el absoluto poder soberano de su Creador. Poco despu?s describe la consecuencia terrible de la soberbia humana frente a su Hacedor: La apariencia de sus rostros testifica contra ellos; porque como Sodoma publican su pecado, no lo disimulan. !Ay del alma de ellos! porque amontonaron mal para s? (Is. 3: 9). Semejante observaci?n la tiene Pablo por duplicado en su carta a los Romanos: Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias... y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadr?pedos y de reptiles. Por lo cual tambi?n Dios los entreg? a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre s? sus propios cuerpos...(Romanos 1: 21-24).?

Isa?as expone una serie de lamentos contra su pueblo.? La raz?n de la ca?da estriba en que han irritado la majestad de Jehov?, al publicar como Sodoma sus errores, su pecado. ?Ay del imp?o! Mal le ir?, porque seg?n las obras de sus manos le ser? pagado (Is. 3:11).? Se ha vuelto avaro y codicioso, pues a?aden heredad a heredad hasta ocuparlo todo, se levantan de ma?ana para seguir la embriaguez encendidos por el vino.? Ese pueblo fue llevado cautivo porque le falt? conocimiento y dicen bueno a lo malo llamando malo a lo bueno. Son hombres valientes para beber vino y para mezclar la bebida, justifican al imp?o mediante cohecho y al justo quitan su derecho (Is. 5: 22-23).

En una visi?n que tuviera el profeta, se le ordena decir a su pueblo que habr? de o?r mas sin entender, ver?n pero sin comprender, para que no se conviertan y haya sanidad. Esa terrible maldici?n que les deja sin esperanza la ratific? y confirm? Jesucristo: Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que est?n fuera, por par?bolas todas las cosas; para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados (Marcos 4: 11 - 12).

Es muy amplia la tem?tica del profeta, pero de una vigencia tangible.? A los tiranos y dictadores del mundo, a los que gobiernan con tirantez a su pueblo, les advierte:? ?Ay de los que dictan leyes injustas, y prescriben tiran?a, para apartar del juicio a los pobres, y para quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo; para despojar a las viudas, y robar a los hu?rfanos. ?Y qu? har?is en el d?a del castigo? (Is. 10: 1-3). En medio del caos en que se mueve el pueblo de Dios, un anuncio domina al libro.? El eje de su estructura, la pasi?n de la Escritura, el objeto de la gloria de Dios se ha expuesto.? El cap?tulo 9, versos 6 al 7, lo resume en lenguaje espectacular, clarividente y po?tico:

?? ? ? ?Porque un ni?o nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su ?hombro; y se llamar? su?nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre ? Eterno, Pr?ncipe de Paz.? Lo dilatado de su imperio y la paz no tendr?n ? l?mite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponi?ndolo y ?confirm?ndolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre.?El celo de Jehov? de los ej?rcitos har? esto.

Cu?nta riqueza hay en el Antiguo Testamento, toda una cantera de vocablos con sentido hist?rico y trascendencia eterna. No nos olvidemos de escudri?ar las Escrituras.

C?sar Paredes

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Tags: SOBERANIA DE DIOS

Publicado por elegidos @ 12:07
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