Lunes, 28 de marzo de 2011

Asaf es uno de los salmistas de la Biblia. En el canon jud?o el libro de los Salmos constituye la primera parte de los Escritos del Antiguo Testamento.? Es considerada la m?s importante, y hoy d?a hay quienes argumentan que es una Biblia dentro de la Biblia. Esta colecci?n de tehillim (alabanza) era el himnario hebreo para la adoraci?n.

La importancia de los Salmos radica en ser modelos de devoci?n aceptable a Dios, un instrumento inspirado para hablar con el Creador.? Tambi?n importa en su composici?n el conjunto de maravillas en la historia, el anuncio del sufrimiento y la gloria del Se?or. Podr?amos asegurar que los salmos configuran un lenguaje de fe com?n a todas las ?pocas de la relaci?n del hombre con el Dios b?blico. Las ?ltimas palabras de Jesucristo en la cruz fueron extra?das del Salmo 31: 5, en tus manos encomiendo mi esp?ritu.

Pero nos ocupa Asaf, autor del salmo 73, entre otros. Un salmista fuertemente tentado por la envidia al escrutar profundamente en la prosperidad de los imp?os. Al parecer, este es un car?cter universal de los creyentes, pues que siempre miramos a la acera del frente, para indagar sobre las fortunas de los menos preocupados por la santidad. En la estructura de este salmo vemos el contraste entre los imp?os y los creyentes, desde la perspectiva de una visual profunda que ten?a atormentado al salmista y que puede servir de lecci?n en nuestras vicisitudes.

El limpio de coraz?n es semejante al que anda en el Esp?ritu (en el sentido en que Pablo lo propone: andad en el Esp?ritu, y no satisfag?is los deseos de la carne). En este canto se introduce la idea de la confesi?n como una caracter?stica natural del hombre de recto proceder. Asaf confiesa que casi se le deslizaron sus pasos, pues tuvo envidia de los arrogantes. Pero el poeta exhibe sus razones bajo una denuncia descriptiva:

??????????? -no tienen congojas por su muerte;

??????????? -no pasan trabajo como los dem?s mortales;

??????????? -los corona la soberbia (est?n orgullosos de todo cuanto hacen);

??????????? -son violentos (violencia directa o violencia econ?mica);

??????????? -logran los antojos de su coraz?n;

??????????? -se burlan de su pr?jimo;

??????????? -ponen su boca contra el cielo y su chisme campea en la tierra;

??????????? -alcanzan riquezas;

??????????? -no han limpiado su coraz?n y son culpables.

Lo que Asaf envidiaba era la riqueza f?cil de los imp?os, el no pasar trabajo como los dem?s mortales, el mantener su vigor entero y lograr los antojos de su coraz?n. No podemos creer que envidiara su violencia o su lengua contra el cielo, sino su vida f?cil sin congojas por su muerte.

El salmista pens? mucho en sus angustias y no le encontraba salida posible a sus pensamientos encerrados en su limitada mente humana. Confes? que fue un duro trabajo para ?l, eso de comprender todo lo que le suced?a a su alrededor, con su esp?ritu involucrado en la envidia por la prosperidad de los imp?os.

El mundo est? confeccionado en una estructura puesta de espalda a Dios. Podemos abrir la p?gina de un peri?dico, conectarnos a la televisi?n, ver una pel?cula en el cine, viajar por internet, asistir a una clase en la universidad, en el liceo, en la primaria o en cualquier instituci?n. Incluso podemos mirar de cerca las subestructuras de las iglesias contempor?neas, o echar una ojeada a nuestra relaci?n de trabajo. En todo esto - y podr?amos extenderlo hacia la relaci?n del hogar o hacia nuestros di?logos internos - se contempla una edificaci?n de espaldas a Dios, que gira en torno al hombre como la medida de todas las cosas. En otros t?rminos, presenciamos la revitalizaci?n de la independencia conquistada en el Ed?n.

Para el hombre justo esta situaci?n le resulta duro trabajo.? Sabemos que no hay justo ni a?n uno, no hay quien busque a Dios, pero se nos ha informado que Dios ha justificado a su pueblo por lo cual el justo por su fe vivir?.? Sin embargo, cuando miramos hacia dentro de las cosas que importan a las personas, dentro de los corazones que nos circundan, cuando envidiamos, sucede el conflicto. In videre o ver hacia adentro, he all? el sentido etimol?gico del vocablo envidia.

El salmista nos ha mostrado el santuario del mundo gobernado por su Pr?ncipe, y ha escogido acudir al santuario de Dios. Asaf estuvo mirando en el santuario del mundo, ojeando hacia adentro, envidi?ndole sus momentos gratos o su prosperidad aparente. He all? el duro trabajo para ?l, pues dentro de ese santuario no encontraba la respuesta de su alma justa. Afortunadamente para ?l estuvo sostenido por su mano derecha a la mano del Alt?simo. Esa mano lo condujo al santuario de Dios para comprender el fin de todo. En otros t?rminos, vio la pel?cula completa, ley? el libro entero, y obtuvo la visi?n global.

Para el salmista el bien es estar cerca de Dios y no codiciar los bienes del mundo. En el mundo tendr?is aflicci?n, dijo una vez Jesucristo, al punto en que este mundo nos hace creer que hemos limpiado en vano nuestras almas. Justo eres t?, oh Jehov?, para que yo dispute contigo; sin embargo, alegar? mi causa ante ti. En el mundo del pueblo de Dios, las mismas aflicciones de unos suceden a otros: ?Por qu? es prosperado el camino de los imp?os, y tienen bien todos los que se portan deslealmente??Los plantaste, y echaron ra?ces; crecieron y dieron fruto; cercano est?s t? en sus bocas, pero lejos de sus corazones (Jerem?as 12: 1-2). Una enfermedad de nuestro tiempo es la prosperidad ilusoria, que se propaga como el laurel verde a trav?s de los masivos medios de comunicaci?n.? No es f?cil eliminar la seducci?n de la vanagloria de la vida y de la prosperidad del hombre inicuo, pero all? es donde viene a nuestro rescate el texto ?D?nde est? vuestra fe?, cuando el Se?or reprendi? las olas del feroz mar ante sus desesperados disc?pulos (Lucas ?8:25).

Dos reinos, dos contrastes, dos santuarios. Recordemos lo que le dijo Dios a Mois?s acerca de su santuario, y hablar? contigo de sobre el propiciatorio (Exodo 25:22). Cristo es la propiciaci?n por nuestros pecados, de manera que podemos acercarnos confiadamente para hallar respuesta a la interrogante sobre el mundo. Asaf nos cuenta que Dios ha puesto en deslizaderos a los imp?os, en donde los har? caer en asolamientos. Ellos se consumir?n de terrores y Dios menospreciar? su apariencia. Tambi?n nos sugiere que por envidiar al mundo ?l se volvi? torpe, como una bestia delante de Dios (como el mulo y el caballo sin entendimiento, que han de ser sujetados con cabestro porque si no, jam?s se acercan, de los que hablara David en su Salmo 32:9).

La respuesta de Asaf a su aflicci?n la encontr? entrando al Santuario. David tambi?n comprendi? lo mismo, por lo cual pudo escribir: Una cosa he demandado a Jehov?, ?sta buscar?;?que est? yo en la casa de Jehov? todos los d?as de mi vida,?para contemplar la hermosura de Jehov?, y para inquirir en su templo (Salmo 27:4).

C?sar Paredes

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Tags: SOBERANIA DE DIOS

Publicado por elegidos @ 16:12
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