Jueves, 24 de marzo de 2011

Desde el Antiguo Testamento, el concepto de propiciaci?n llevaba impl?cita la idea de aplacar la ira y ganar el favor de la divinidad.? El mecanismo para alcanzar este objetivo radicaba en los dones presentados por el adorador, el presentador del acto propiciador. La expiaci?n, por su parte, presupone la actividad para borrar una culpa a trav?s de un sacrificio.? Su voz hebrea es Kaphar, y su implicaci?n sem?ntica es cubrir. Por eso David dijo en un c?ntico: feliz la persona a la que le ha sido cubierto su pecado.

Lo que se ofrendaba ante el altar divino era la sangre de las v?ctimas ofrecidas, que hablaban de antemano del sacrificio que se ofrecer?a en el Calvario. Por supuesto que esto no fue imaginado gratuitamente por el oferente, sino ense?ado bajo la Ley de Mois?s.? Cuando leemos el libro del ?xodo, aprendemos que exist?a una tapa de oro para cubrir el Arca del Pacto llamada el propiciatorio.? Desde este contexto, Jehov? no ve?a las Tablas de la Ley en la misma forma en que ?stas condenaban al pueblo, pues estaban cubiertas por el propiciatorio que cerraba o tapaba el Arca de la Alianza.? Recordemos que esas Tablas condenatorias del pueblo, una vez cubiertas por el propiciatorio que era salpicado con la sangre de las v?ctimas del sacrificio ofrecido, recordaban a Jehov? la propiciaci?n perfecta que su Hijo habr?a de hacer en el Calvario. Porque la vida de la carne en la sangre est?, y yo os la he dado para hacer expiaci?n sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre har? expiaci?n?de la persona (Lev?tico 17:11)...

y har? de la sangre como hizo con la sangre del becerro, y la esparcir? sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio (Lev?tico 16:14). Y pondr?s el propiciatorio encima del arca, y en el arca pondr?s el testimonio que yo te dar? (?xodo 25:21). Recordemos la forma como Jacob se afan? y or? a Dios para aplacar la ira de su hermano Esa?, de quien tem?a la muerte.? El libro del G?nesis nos muestra que hizo una entrega de presentes o regalos, tratando de aplacar su ira. En su coraz?n se propon?a apaciguar la ira de Esa? por medio del presente que enviaba, de manera que pudiera serle acepto. Esta historia narrada en G?nesis 32: 13-20, ilustra el concepto de la propiciaci?n.

La Biblia nos dice que todos los sacrificios practicados en el Antiguo Testamento ?eran un s?mbolo de lo que habr?a de venir. El libro de Hebreos as? parece exponerlo. Ahora se ha realizado la perfecta expiaci?n y la magn?fica propiciaci?n por los pecados del pueblo de Dios. As? tambi?n Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecer? por segunda vez, sin relaci?n con el pecado, para salvar a los que le esperan (Hebreos 9:28). A quien Dios puso como propiciaci?n por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados (Romanos 3:25).

Cuando Juan el Bautista reconoci? a Jes?s lo anunci? como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29); de esta forma establece el v?nculo terrestre entre las v?ctimas propiciatorias y expiatorias del Antiguo Testamento con el Cordero Perfecto y Pascual del Nuevo Pacto. El quitar el pecado del mundo no puede verse como un quitar absoluto de todo el pecado, pues muchos mueren en ellos y van a eterna condenaci?n. Ha de verse como un quitar colectivo, entre jud?os y gentiles, como cuando decimos expresiones generalizadas que refieren solamente a hechos espec?ficos. Por ejemplo, en una vivienda no hay agua y cuando llega exclamamos: lleg? el agua a mi casa. Ah, pero no implica que el agua inundara mi casa, sino que lleg? a las tuber?as que la conducen. De igual forma, el Cordero que quita el pecado del mundo ha de entenderse como que lo quita del mundo redimido por ?l, y esa es la especificidad del argumento de Juan.

De igual forma, Juan el ap?stol, en su Primera carta exclama que Cristo es la propiciaci?n por nuestros pecados, y agrega que no lo es solamente por los nuestros, sino tambi?n por los de todo el mundo (1 Juan 2:2). Juan era un ap?stol para el pueblo jud?o, y ese era su mundo, por lo cual extiende esa expiaci?n a los gentiles como el resto del mundo. De nuevo, el todo de Juan es un todo colectivo, que unifica jud?os y gentiles en un solo cuerpo, pero nunca podr? ser un todo distributivo, como de cada elemento del conjunto. De otra manera Jes?s quit? el pecado de Judas, de Fara?n, de Ca?n, de Esa?, de los que han sido puestos para presa y destrucci?n, de aquellos cuya condenaci?n no se tarda, de los que andan por la puerta ancha que lleva a la perdici?n, de los que no entran por la puerta estrecha, de los vasos de ira preparados para el d?a de la ira, de los moradores de la tierra que adoraron a la Bestia y al Falso Profeta, cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la Vida desde la fundaci?n del mundo.

Creo que fue un autor llamado Ernesto Trenchard quien escribi? que la debida actitud del hombre pecador es la del publicano en el Templo, quien, con un hondo sentido de su necesidad, exclam?: Dios, s? propicio a m?, pecador (Lucas 18:13). Trenchard, E. (1972). Bosquejos de doctrina fundamental. Ed. Portavoz, 1972.? En s?ntesis, en el Antiguo Testamento el uso del t?rmino (ra?z hebrea kafar) indica que se paga un rescate usualmente mediante una ofrenda como sacrificio a Dios en sustituci?n por el pecado humano, as? demostrado en el Lev?tico Y har? de aquel becerro como hizo con el becerro de la expiaci?n; lo mismo har? de ?l; as? har? el sacerdote expiaci?n por ellos, y obtendr?n perd?n (Lev?tico 4:20). Pero toda la ley ten?a solamente la sombra de los bienes venideros, de manera que en su sentido doctrinal la expiaci?n se refiere a la muerte de Cristo en sustituci?n de la del hombre pecador proveyendo a ?ste de salvaci?n. En el libro de Hebreos, cap?tulo 10, leemos: somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre ... pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios... porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados ...?Y nos atestigua lo mismo el Esp?ritu Santo; porque despu?s de haber dicho: Este es el pacto que har? con ellos.?Despu?s de aquellos d?as, dice el Se?or:?Pondr? mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribir?, mas a?ade: y nunca m?s me acordar? de sus pecados y transgresiones. Pues donde hay remisi?n de ?stos, no hay m?s ofrenda por el pecado (Versos 10,12,15,16 y 17).

C?sar Paredes

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Publicado por elegidos @ 9:28
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