En el griego del Nuevo Testamento leemos que el eu-angelion significa literalmente la buena noticia.? Un ?ngel anuncia a Mar?a que ella ser?a la encargada de dar a luz al ni?o que en su momento salvar?a a su pueblo del pecado.? Ese buen anuncio presupone al menos dos hechos: 1- que Jes?s, cuyo nombre proviene de la lengua hebrea y tiene el significado de Jehov? salva, libertar? al hombre de la esclavitud del pecado; 2- que el pecado conduce a un castigo terrible, pues de lo contrario la buena noticia no tendr?a sentido.
La proposici?n revelada descansa en el presupuesto simple y plano de un Dios que es por definici?n amor.? En su previsi?n eterna nos seduce con cuerdas de amor y nos prolonga su misericordia. Por supuesto que todo lo dicho no es m?s que parte de un plan que el Alt?simo ha concebido desde tiempo antiguo, con el prop?sito de dar la gloria a su Hijo, y de ser ?l mismo reconocido y alabado por su grande afecto hacia la humanidad.
Ese Dios de amor nos habla del infierno, un lago de fuego al que van todas las almas que no han recibido esta d?diva del Padre. Poco importa que hayan o?do la buena noticia de salvaci?n, pues si el pr?ncipe de este mundo, el dios de este siglo, ha cegado el entendimiento de los incr?dulos, entonces muchos oir?n y se apartar?n de la verdad para creer en la fantas?a y la mentira. No en vano la Biblia se?ala que el que tenga o?dos para o?r, que oiga, pues aunque muchos son los que escuchan el llamado al arrepentimiento - al cambio de mentalidad respecto a Dios y a la naturaleza humana - as? como a creer en este anuncio de salvaci?n, pocos son los escogidos.
En el Antiguo Testamento, el sumo sacerdote ofrec?a la ofrenda para la expiaci?n del pecado.? Esto lo hac?a por su pueblo, siguiendo unos principios establecidos en la Ley dada a Mois?s y a Israel. El mundo gentil - los no israelitas - quedaba por fuera de esta gracia ofrecida al pueblo escogido. A partir de la venida de Jesucristo a la tierra, como Verbo encarnado, se amplifica el campo de gracia de Dios, ya que ahora por el endurecimiento de los jud?os se ha ofrecido a las gentes - al resto del mundo no jud?o - la oportunidad de escuchar este mensaje salv?fico. ?Jes?s mismo ha venido a ser el Cordero de la expiaci?n veterotestamentaria, la ofrenda aceptable y perfecta ante el Padre. Algunos oir?n con atenci?n, con o?dos prestos para escuchar y entender el llamado, pero otros cerrar?n sus ?rganos receptores y le dar?n la espalda al Creador, como lo hizo el Fara?n de Egipto.
Dos pueden ser las razones para que suceda lo que antes se dijo. En primer lugar, si miramos el plano hist?rico, acontece que existe en este mundo un pr?ncipe llamado diablo o Satan?s, el cual no tiene ning?n inter?s en que la gente que tiene en prisi?n sea liberada hacia el entendimiento espiritual,? pues las cosas espirituales han de entenderse espiritualmente. Para ello, el tambi?n llamado dios de este siglo confunde el entendimiento de los que no creen, y con mentiras y enga?os los conduce por la avenida que lleva a la perdici?n eterna. En segundo lugar, desde el plano de la soberan?a de Dios, todo ha sido planificado de la manera como acontece.
?Qu? le queda por hacer al hombre, frente a esta realidad revelada en las Escrituras? El llamado es igual para todos, arrepent?os y creed en el evangelio, si bien muchos tropezar?n con esa roca que es Cristo, aunque otros se beneficiar?n de esa salvaci?n tan grande. La gran pregunta nos queda a nosotros: ?Atenderemos al llamado que se nos hace? ?Acusaremos a Dios por sus planes eternos e inmutables? La respuesta de las Escrituras es simple y plana: no tiene ning?n sentido enfrentarse con su Creador: ?Ay del que pleitea con su Hacedor! El tiesto de barro con el que lo form?. ?Qui?n eres t?, oh hombre, para que alterques con Dios? ?Podr? decirle la olla de barro al que la form?, por qu? me has hecho as??
Por otra parte, la Biblia nos recomienda a amistarnos ahora con Dios, a buscarle en tanto que est? cercano. El lago de fuego aguarda a los esp?ritus cuyos pecados no han sido expiados, y no hay forma ni manera humana o sobrehumana fuera de Jesucristo. No hay otro nombre dado a los hombres en quien podamos ser salvos.
He aqu? el d?a aceptable, he aqu? el d?a de salvaci?n (2 Corintios 6: 2). Si oyereis hoy su voz, no endurezc?is vuestros corazones (Hebreos 3: 15).
C?sar Paredes
destino.blogcindario soberania de dios ???
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