Podemos preguntarnos acerca de la significaci?n de tener fe en la sangre de Cristo, pero vamos a comenzar a analizar el concepto de propiciaci?n relacionado con el Hijo de Dios.? Dice un texto de Romanos que ... a quien Dios puso como propiciaci?n por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados (Romanos 3:25).?? Propiciar implica un aplacamiento, una conciliaci?n, una expiaci?n y un rescate.? En otros t?rminos, Cristo expi? el pecado de sus elegidos por medio de la fe en su sangre. Por eso dijo a sus disc?pulos, en la ?ltima cena, que esa era su sangre derramada: porque esto es mi sangre?del nuevo pacto,?que por muchos es derramada para remisi?n de los pecados (Mateo 26:28). De manera que si confiamos (tenemos fe) en que ese era el sacrificio suficiente esperado por Dios para remisi?n de los pecados de su pueblo (por muchos), entonces su justicia se nos habr? manifestado a nosotros para nuestro beneficio.?
En el Antiguo Testamento se menciona muchas veces al propiciatorio, especie de l?mina de oro que en el Arca de la Alianza cumpl?a una funci?n muy importante.? Sobre ella se esparc?a la sangre de los animales a trav?s de la acci?n del sumo sacerdote, pero al mismo tiempo la l?mina cubr?a los libros de la ley, que en mucha medida nos acusaban por no poderla cumplir. Cristo ha venido a ser nuestra propiciaci?n frente a la ley y frente a la acusaci?n hecha contra su pueblo elegido.?? La ira de Dios ya no est? sobre nosotros, los que hemos tenido la fe en la sangre de Cristo.? Sin embargo, hay muchos llamados cristianos que sostienen que a pesar de esa propiciaci?n absoluta, algunos supuestos beneficiarios de esa propiciaci?n moran en el infierno eterno. ?Y esto por qu?? Sencillamente porque esos as? llamados cristianos creen que la propiciaci?n se hizo por toda la humanidad.
El sumo sacerdote del Antiguo Testamento no expiaba los pecados de todo el mundo, no se ocupaba de Babilonia, o de Egipto, ni de Etiop?a, simplemente estaba centrado en el pueblo congregado para la expiaci?n. Ello nos muestra lo que habr?a de venir con el nuevo y perfecto Sumo Sacerdote. Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia?(pues nada perfeccion? la ley), y de la introducci?n de una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios (Hebreos 7: 18), ya que Cristo ... por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede tambi?n salvar perpetuamente a los que por ?l se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.? Porque tal sumo sacerdote nos conven?a: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho m?s sublime que los cielos;?que no tiene necesidad cada d?a, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo;?porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreci?ndose a s? mismo (Hebreos 7: 24 - 28). ?M?s adelante leemos: Lo cual es s?mbolo para el tiempo presente, seg?n el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto ... Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el m?s amplio y m?s perfecto tabern?culo, no hecho de manos, es decir, no de esta creaci?n, y no por sangre de machos cabr?os ni de becerros, sino por su propia sangre, entr? una vez para siempre en el Lugar Sant?simo, habiendo obtenido eterna redenci?n.? Porque si la sangre de los toros y de los machos cabr?os, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificaci?n de la carne, ?cu?nto m?s la sangre de Cristo, el cual mediante el Esp?ritu eterno se ofreci? a s? mismo sin mancha a Dios, limpiar? vuestras conciencias de obras muertas para que sirv?is al Dios vivo? (Hebreos 9: 9- 14). ?Sencillamente porque Cristo es el mediador de un nuevo pacto, el que remite las transgresiones que se suponen hab?an bajo el primer pacto, de tal forma que los llamados reciban la promesa de la herencia eterna (Verso 15).
Si Cristo obtuvo eterna redenci?n, debi? haber sido por su pueblo, sus ovejas, su iglesia escogida. Esto nos induce a pensar que los que se condenan a eterna perdici?n no obtuvieron la redenci?n en el sacrificio de Cristo, lo cual implica que la sangre de la expiaci?n no fue derramada por los tales. De all? que es imposible que alguien por quien Cristo haya muerto en expiaci?n pueda ser excluido de su redenci?n que es eterna.
Resulta de suma importancia el estudio del sacrificio en el Antiguo Testamento, para observar su alcance, pues tampoco estuvo destinado a toda la humanidad de entonces. Incluso, muchos dentro del pueblo eran llamados, pero no todos eran escogidos, lo cual se demuestra por los miles que murieron bajo castigos de diferentes formas, no s?lo en la traves?a del desierto, cuando hubieron salido de Egipto, sino cuando posteriormente ocuparon la tierra de Cana?n.
La ca?da federal de Ad?n no fue cosa simple. En ?l estaba representada la raza humana, y con ?l ca?mos todos, y poco importa que el semipelagianismo? (una variante de la doctrina de un her?tico de los primeros siglos cristianos llamado Pelagio) sostenga que solamente afect? la voluntad del hombre.? El libre albedr?o humano qued? debilitado - dicen ellos - por lo que la gracia soberana lo habilita en todas las personas y nos toca a nosotros decidir dar el paso al frente. Pero con ello se debilita la propiciaci?n de Cristo en la cruz, su sangre rociada por los pecados de su pueblo escogido, y se reduce a un trabajo potencial, que necesita actualizarse en la decisi?n de los hombres.? Por esta v?a se convierte al trabajo ?nico del Cordero sin mancha (monerg?stico) en un trabajo colectivo (sinerg?stico) entre el Cordero y los pecadores. Podemos darnos cuenta de que semejante doctrina potencia al hombre y debilita el trabajo propiciatorio de Jesucristo.
Nos preguntamos, ?no es acaso esta doctrina semipelagiana la m?s popular dentro del mundo evang?lico y evangel?stico de hoy d?a? Tal parece que ha perdurado a trav?s de los siglos semejante herej?a, y se ha colado dentro de la teolog?a reformada por el trabajo subrepticio de Jacobo Arminio, con su tesis de la gracia habilitante.? Si bien es cierto, justo es diferenciar que para los semipelagianos la iniciativa la toma el hombre, por lo cual Dios contin?a ayudando (acopla bien con el adagio cat?lico romano de ay?date que yo te ayudar?).? En cambio, para los arminianos, la iniciativa la toma Dios con su gracia preventiva - al estilo de Luis Molina (molinismo) - y luego el hombre es libre de aprovecharla o desperdiciarla.
Para Arminio, el te?logo holand?s del siglo XVI, la doctrina de la predestinaci?n basada en la voluntad libre de Dios le resultaba sencillamente repugnante, seg?n sus propias palabras. En esto se cumple lo dicho por la serpiente del Ed?n, y ser?is como Dios, pues ahora el hombre tiene el poder de colaborar en su propia propiciaci?n. As? como antes - seg?n se demuestra de los textos citados acerca del sacrificio en el Antiguo Testamento - no era posible colaboraci?n alguna, sino que todo se hac?a bajo el ritual establecido en la ley, ahora todo el trabajo ha reca?do en la persona del Hijo de Dios, por lo cual dijo Consumado es. Si el trabajo de Jesucristo ha sido acabado y fue suficiente, entonces no nos toca a nosotros colaboraci?n alguna, pues ese ha sido un trabajo de una sola de las partes, absolutamente monerg?stico.
Tener fe en la sangre de Cristo significa que su sangre nos es propicia. Significa, adem?s, que la obra de Cristo no es una potencialidad sino una actualidad eficaz. La ira de Dios ha sido puesta de lado en aquellos sobre los cuales esa sangre ha sido rociada, cuyo s?mbolo estuvo tambi?n en el Antiguo Testamento con la Pascua (cuando los jud?os escaparon de la mano del ?ngel de Jehov?, al marcar los dinteles de sus casas con la sangre rociada de un cordero, estando bajo la cautividad en Egipto), o en el d?a del Yom Kippur (d?a del Sacrificio o de la Expiaci?n en lengua hebrea, en la que se practicaba la purificaci?n del sumo sacerdote, y la expulsi?n del chivo expiatorio fuera del campamento). ?En esas dos ocasiones se representa el hecho de que su pueblo hab?a sido cubierto o escondido de la ira de Dios.? De igual forma, Jesucristo ha venido a ser nuestra pascua, literalmente el que pasa por alto nuestro castigo.
Por ello, no podemos suponer siquiera que el sacrificio de Cristo haya sido in?til, o insuficiente. Simplemente que fue necesario que padeciese por su pueblo, pues herido fue por nuestras transgresiones, y llev? el pecado de muchos (Isa?as 53: 12). Proponer que Jesucristo expi? los pecados de todo el mundo, es como imaginar que Jehov? pasase por alto los pecados de los egipcios en el d?a de la pascua de su pueblo cautivo.? Eso no sucedi?, tampoco hubo sacrificio por los babilonios, o por el resto de los pueblos de la tierra. Un Dios tan severo, que ech? bajo las aguas del diluvio universal a la humanidad - salvando tan solo a ocho - no va? a estar preocupado por lo que se diga de ?l en esta tierra. Por lo tanto, si Cristo muri? por los elegidos (pues que muchos son llamados, y pocos los escogidos), que lo fueron desde antes de la fundaci?n del mundo, no tiene ning?n sentido imaginar que su expiaci?n sea universal. Ciertamente no est?n incluidos ni Judas, ni Ca?n, ni Fara?n, ni los que fueron destinados para perdici?n desde antes, ni los vasos de ira preparados para el d?a de la ira.
?Qu? ha sucedido donde el evangelio no ha llegado a ser anunciado en los tiempos modernos, as? como en los antiguos? ?Es que acaso Dios tiene otro rasero? ?No dice su palabra que nos salv? en Cristo? ?No dijo Jesucristo que nadie ir?a al Padre sino a trav?s de ?l? ?No dijo que nadie ir?a a ?l, a no ser que el Padre que le envi? no le trajese? ?No hay muchos de los cuales la condenaci?n no se tarda, como lo dice la Biblia? ...?y por avaricia har?n mercader?a de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenaci?n no se tarda, y su perdici?n no se duerme (2 Pedro 2: 3). ?De cierto que no hubo expiaci?n por esas personas, por lo cual mal puede hablarse de expiaci?n universal, o de libertad de la voluntad para decidir en ese espacio de gracia permisiva.? Afirmar tal discrepancia con las Escrituras no es m?s que la continuaci?n de la vieja herej?a de Pelagio, transformada en semipelagianismo e introducida bajo la forma de las variantes del arminianismo.
No estamos en una partida de ajedrez en la cual a Dios le toc? hacer el primer movimiento, y depende de nosotros para que hagamos el segundo. Al final del evento Dios se deja ganar, porque es un ser misericordioso, claro, si nosotros persistimos en jugar hasta que se acabe la partida. Esa es la imagen m?tica que nos deja la herej?a ilusoria de los que perciben como repugnante la predestinaci?n soberana de Dios. Me pregunto, ?si Dios no se hubiera dejado un remanente para S? mismo, qui?n podr?a ser salvo? ?Qui?n podr?a valerse del sacrificio de Cristo si no fue hecho en forma universal? Pues que si fue universal y potencial, nadie hubiese podido salvarse, ya que estamos muertos en delitos y pecados, no hay quien busque a Dios, todos nos hemos apartado y cada cual ha cogido su camino.? Por otro lado, la Biblia asegura que no depende de nosotros, sino de Dios que tiene misericordia, y al que quiere endurecer endurece. De manera que depende de la gracia, para que se mantenga el prop?sito conforme a la elecci?n, no por las obras, sino por el que llama.
En conclusi?n, recordemos que la misi?n y la muerte de Cristo estuvo restringida a un n?mero limitado de personas: su pueblo, sus ovejas, sus amigos, su iglesia, su cuerpo.? Ello est? ampliamente rese?ado en las Escrituras, por lo cual Jesucristo recomienda escudri?arlas, pues en ellas parece que est? la vida eterna.
C?sar Paredes
destino.blogcindario soberania de dios
?
Tags: SOBERANIA DE DIOS