Mi?rcoles, 13 de octubre de 2010

Muchos dicen amar a Dios, pero no se dan cuenta que han hecho de eseDios un ?dolo. Han fabricado en su ficci?n teol?gica un modelo que se adapta asu imaginer?a, satisfaciendo su expectativa. Es un dios hecho a mano. Es undios hecho a la medida, como cuando un sastre confecciona un traje adaptado alas formas de su cliente. Esas personas posiblemente estar?n dentro del grupodel cual Jesucristo dir? en aquel d?a: nuncaos conoc?.? Es l?gico que no los hayaconocido, por cuanto el dios que adoraban era un dios incubado al antojo de suinvenci?n, y no era el Dios de la proposici?n b?blica.

La fuerte emoci?n, el gran sentimiento, la vehemencia con que se veneraa ese dios no cuenta a favor de quien nunca ha sido conocido por Dios. Se puedeamar con salvajismo y turbulencia, bajo la gu?a de un estilo en?rgico, vital,fervoroso, pero si no se hace conforme a la proposici?n revelada carece deefectividad. No podemos amar a Dios y al pecado. Lo que es lo mismo, esimposible amar a Dios sin odiar el pecado.?La santidad conviene a tu casa,dice el Salmo 93:5. Ser santo presupone separaci?n. La santificaci?n es laseparaci?n del mundo, de la vanagloria de la vida, de los deseos de los ojos.Nuestra naturaleza intenta asaltarnos seg?n los designios de nuestra concupiscencia,bajo el fuerte deseo de poseer cosas que satisfagan nuestras bajas pasiones. Deall? que la excelencia moral viene a ser su contraposici?n, vehiculada en laseparaci?n del mundo y su concepto.

Odiamos autom?ticamente lo que se opone a aquello que amamos. No am?is al mundo, ni las cosas que est?n enel mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no est? en ?l. ?Porquetodo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, yla vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundopasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre(1 Juan 2:15-17). Odiar el mal y amarel bien cumple a nuestra meta. Pero este texto es muy amplio y tiene amplioprop?sito. La mentira y el enga?o son dos maldades que se cometen a diario enlas cortes judiciales en el mundo, y alguien suger?a que all? hay m?s crimencometido a diario que en el resto del globo terrestre. La gente miente y enga?apara demostrar que se es inocente, para demostrar que el otro cometi? la falta.Eso tambi?n es satisfacci?n de los deseos de la carne.

David escribi? que le era necesario rechazar con todas sus fuerzas todoaquello que estorbara la din?mica de su relaci?n con su Se?or. Porque blasfemias dicen ellos contrati;?Tus enemigos toman en vano tu nombre (Salmo 139:20). Entoncesentiende que alguien est? traficando con un dios falsificado, una divinidad ala que le adjudican el nombre de Dios. En ese sentido los enemigos delverdadero Dios han tomado en vano el nombre de ese Dios. Es una fanfarronada,una extravagante manera de presuponer al Dios mostrado en su creaci?n. La gentese pavonea con su dios, con sus confecciones en forma de metal, madera, barro,im?genes mentales, visiones formadas derivadas del original. Una falsarepresentaci?n de la verdad, un fraguado de la r?plica, que reproduce suspropias conductas y que aparece como muy parecido al Dios revelado. Pero a esose llama tomar el nombre de Dios en vano. De all? que David contin?a en esemismo salmo argumentando que ?l rechaza esas actitudes y que a quienes as?act?an los considera sus enemigos. ?Noodio, oh Jehov?, a los que te aborrecen, y me enardezco contra tus enemigos?

Seis cosas aborreceJehov?,?y aun siete abomina su alma:?Los ojos altivos, la lenguamentirosa,?las manos derramadoras de sangre inocente, el coraz?n quemaquina pensamientos inicuos,?los pies presurosos para correr al mal, eltestigo falso que habla mentiras,?y el que siembra discordia entrehermanos(Proverbios 6:16-18).? El falso testigomiente en relaci?n a la verdad. Ac? se puede hablar de la referencia a laverdad teol?gica, a la pureza de la doctrina. La verdad es el canal paraconocer a Dios (Yo soy el camino, dijo Jes?s?tu palabra es verdad, agreg?). Enesp?ritu y en verdad ha de ser la adoraci?n al Padre. Satan?s es el padre de lamentira, apostat? de la verdad y se dedic? a destruir a la raza humana. El secomporta como un falso testigo, as? ha sido su conducta enga?ifa desde quecontamin? a una gran parte de los ?ngeles que le siguieron en su rebeli?n. Dela misma forma actu? en el huerto del Ed?n. El dec?a que Dios sab?a que lahumanidad ser?a como los dioses si comieran del ?rbol del bien y del mal. As?testificaba que el hombre no morir?a, sino que vivir?a como los dioses. Como siexistieran otros dioses. No hay Dios,sino Yo, dice Jehov?. Y de mi mano no hay quien libre.

Pero no olvidemos que el mundo odia a los creyentes,as? como lo hace su padre el diablo. Si a m? me aborrecen, dice Jes?s, lo mismose har? con ustedes. La Biblia no dice que Dios odia al pecado y ama alpecador. Eso es f?bula urbana. La Biblia no se contradice con Juan 3:16, en queam? de tal manera al mundo, sino queel amor de Dios por el mundo debe ser mirado en el contexto de toda larevelaci?n. ?Am? Dios a Judas? ?Am? Dios a Fara?n? ?Am? Dios a Esa?? ?Ama Diosa los hacedores de maldad? ?Ama Dios a los que se fabrican otro dios yfalsifican su nombre? En Romanos 9 y en G?nesis 25 nos cuentan del odio deDios. Pablo estuvo muy claro acerca de la teolog?ajudaica. Luego ?l desarrolla la mayor parte de la teolog?a del NuevoTestamento. El Esp?ritu Santo le mostr? en revelaci?n ciertas verdades para quelas hiciera patentes. Malaqu?as 1 nos refiere del amor de Dios por Jacob y desu odio por Esa?, y eso lo cita Pablo en Romanos 9, en su perfecto contexto.Muchos tropiezan all? y caen en el error. Otros, en cambio, perseveran en laverdad all? se?alada. Recordemos que Pablo era hebreo entre hebreos, de latribu de Benjam?n, un fariseo, cumplidor de la ley hasta donde se pod?a. Era ungran jud?o orgulloso de su religi?n. Su juda?smo no estaba relacionadonecesariamente con etnicidad, sino en un sentido m?s elevado. El hablaba de lacircuncisi?n como de un asunto del coraz?n, mucho m?s simb?lico que la tradicionalinterpretaci?n biol?gica de cortarse el prepucio. Esto es importante porque ?ltrata de explicar a los te?logos jud?os que se convert?an al cristianismo elproblema de la relaci?n de Dios con Israel. No todo el que es israelita es de Israel.He all? la doctrina de la separaci?n.

Los dos gemelos hijos de Isaacfueron su alegr?a, pero la descendencia biol?gica no es asunto del pacto queDios hace con los hombres. Ahora se demuestra que los gentiles (los que no eranjud?os) son parte corporativa del pueblo de Dios. Cuando miramos al libro delG?nesis y nos fijamos en la relaci?n entre Jacob y Esa? encontramos algunosdetalles interesantes. Dos naciones se levantaban en el vientre de la madre delos gemelos. Una, la naci?n de Dios representada en Jacob.? Esa? fue el favorito de su padre terrenal,fue un ferviente cazador, pero se dice que vendi? su primogenitura por un platode lentejas. Pero todos sus actos fueron realizados como consecuencia del planeterno e inmutable del Dios soberano. Esa es la teolog?a mostrada en lasEscrituras y ampliamente desarrollada por Pablo. Si miramos el contexto delcap?tulo nueve de la carta a los romanos, podemos darnos cuenta de que alinicio el ap?stol da cuenta de su emoci?n y de su origen ?tnico. Se declara as? mismo como israelita -as? como lo son sus parientes-, del grupo de laadopci?n como pueblo -del pueblo elegido por Dios-, del conglomerado del pacto,de la promulgaci?n de la ley, del culto y las promesas. Se muestra junto con sufamilia como perteneciente al reba?o de los patriarcas, como parte geneal?gicadel Mes?as esperado. Luego de dar cuenta de sus credenciales ?tnicas procede aexponer el plan de Dios para con los elegidos: dice que la palabra de Dios noha fallado, sino que no todos los que descienden de Israel son necesariamenteisraelitas. Expone que en Isaac ser?a llamada la descendencia de Abraham, y conmucho dolor lo dice porque entiende que muchos de sus familiares -mis parientesseg?n la carne- no est?n incluidos en el grupo de estos descendientes. D?monoscuenta que la tristeza de Pablo no est? relacionada con la exclusi?n de sufamilia de la familia jud?a en general, pues ?l mismo los ha identificado comopertenecientes a toda esa genealog?a judaica a trav?s de la cual vino el mismoJes?s. Sin embargo, a pesar de esa realidad hist?rica innegable, no fueroncontados como la descendencia llamada de Isaac. Es por esa raz?n emocional yfamiliar que el ap?stol quisiera -en su pasi?n amorosa para con su familia- ser?l mismo separado de Dios, anatema, si en algo pudiera ayudar a que aquellosformasen parte de esos escogidos. El habla de amor a sus hermanos, parientesseg?n la carne, de los hermanos gen?ticos.?Sin embargo, entiende y dice: nolos que son hijos seg?n la carne son los hijos de Dios, sino que los que sonhijos seg?n la promesa son contados como descendientes.

Y todo este argumento loinicia ratificando el testimonio que le da el Esp?ritu Santo a su conciencia,diciendo la verdad en Cristo, enfatizando que no est? mintiendo. Ese ?nfasis enque se tome en cuenta lo que va a decir como algo absolutamente verdadero notiene parang?n en toda la Biblia. Se sabe que los santos hombres de Dioshablaron siendo inspirados por Dios, como dice la misma Escritura. ?A qu? vienetoda esta ret?rica paulina en esta hora aciaga de presentaci?n del evangelio?Simplemente que el ap?stol se ha dado cuenta del gran dolor que esta granverdad revelada puede causar en muchos de los que corren como llamados. Elap?stol nos ha preparado desde el inicio para soltar la maravillosa prendarevelada por el Esp?ritu, el mismo Esp?ritu que testificaba ante su concienciade su dolor por lo que ten?a que decir como una revelaci?n. No todo lo que Diosrevela de s? mismo es agradable para la humanidad. Dios se ha revelado comoodiando a los malvados.

Pablo ha venido se?alando enotros contextos que no hay justo ni a?nuno, que todos hicieron lo malo, que nohay quien busque a Dios. Expuesta la depravaci?n total de los hombres a lolargo de la Escritura, Pablo ahora muestra de Dios su misericordia. Nos diceque Jacob y Esa? no hab?an a?n nacido, nihab?an hecho a?n ni bien ni mal, para que el prop?sito de Dios conforme a laelecci?n permaneciese, no por las obras sino por el que llama, se le dijo: Elmayor servir? al menor. Como est? escrito: A Jacob am?, mas a Esa? aborrec?.Evidentemente que no se trata tan solo de dos pueblos en pugna, pues que losparientes de Pablo tambi?n eran israelitas como para que el ap?stol sepreocupase por ellos como si no lo fueran. El ap?stol no estaba refiri?ndose aque su familia fuera parte del pueblo representado por Esa? como naci?n, puesque era del pueblo que representaba Jacob, del Israel terrenal. Es por ello quela tesis de las dos naciones no tiene sentido en el cap?tulo de romanos nueve.La tristeza de Pablo por sus familiares est? centrada en que hasta el momentoel ap?stol sab?a que no hab?an dado indicios de haber sido elegidos por Diosdentro del grupo de la promesa, dentro del grupo de los elegidos parasalvaci?n.

Todas las dudas que pasaronpor su mente en relaci?n con la justicia de Dios las evoca a continuaci?n conese interlocutor ret?rico que le ayuda a expresarlas. ?Qu?,pues, diremos? ?Qu? hay injusticia en Dios? En ninguna manera. Pues a Mois?s dice: Tendr? misericordia del que yotenga misericordia, y me compadecer? del que yo me compadezca. ?As? que no depende del que quiere, ni del quecorre, sino de Dios que tiene misericordia. ?Porque la Escritura dice aFara?n: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y paraque mi nombre sea anunciado por toda la tierra.?De manera que de quienquiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.?Pero medir?s: ?Por qu?, pues, inculpa? porque ?qui?n ha resistido a su voluntad??Masantes, oh hombre, ?qui?n eres t?, para que alterques con Dios? ?Dir? el vaso debarro al que lo form?: ?Por qu? me has hecho as????O no tiene potestad elalfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otropara deshonra???Y qu?, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notoriosu poder, soport? con mucha paciencia los vasos de ira preparados paradestrucci?n, y parahacer notorias las riquezas de su gloria, las mostr? para con los vasos demisericordia que ?l prepar? de antemano para gloria,?a los cuales tambi?nha llamado, esto es, a nosotros, no s?lo de los jud?os, sino tambi?n de losgentiles?

Los hacedores de ?dolos, en su ficci?n teol?gicamuestran aversi?n a estos textos de la Biblia. Fuerzan la interpretaci?n porotras veredas y a ellos les parece la elecci?n una palabra dura de o?r, en elpresupuesto de que nadie m?s la pueda entender. Eso es lo que se relata en elcap?tulo seis del evangelio de Juan. Los que se escandalizaron porqueJesucristo les dijo que nadie pod?a ir a ?l a menos que el Padre les trajere,exclamaron que eso era duro de o?r. Ellos se preguntaban ?qui?n podr?a o?r esapalabra? Hoy d?a los hacedores de dioses sienten que esa palabra es dif?cil,incre?ble, irreconciliable con el dios de amor que se han confeccionado. Elloshan olvidado que Dios tambi?n odia, y sobretodo rechaza la falsificaci?n porenga?osa y desviada, como la gran obra de Satan?s. Por eso han tomado la medidadel mundo, para saber cu?n ancho es y cu?l es su talla. Alguien sabiamenteilustr? que estos falsificadores de la verdad han construido un puentesuficientemente ancho para que quepan todos los que quieran, pero que supresupuesto solo alcanz? para hacerlo hasta la mitad del r?o. El puente que esCristo mismo es m?s angosto, no caben todos los que quieren, pero llega a destino.

Sabemos que si no fuera porsus pensamientos de amor y de paz para con nosotros, nuestra raz?n y vidaser?an consumidas por la miseria eterna. Es por eso que nos deleitamos en elevangelio que es Jesucristo. El es laproposici?n hecha por Dios para los hombres llamados a la vida eterna. Eltambi?n es la propiciaci?n pornuestros pecados. El evangelio es el poder de Dios anunciado al mundo, para alcanzar,por medio de la locura de la predicaci?n, a los muchos por los cuales Jes?smuri? d?ndonos redenci?n. ?

C?sar Paredes

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