?D?nde est? tu Dios (dios) ahora?? Para un creyente cristiano nuestra esperanza est? en ?l. El Salmo 115:1 nos expone que Nuestro Dios est? en los cielos y ?l ha hecho todo lo que quiso.? ??D?nde est? Dios en tus circunstancias? Jacob tuvo la experiencia de haber perdido no solamente a Jos?, sino a Benjam?n, su hijo menor, cuando sus otros hijos regresaron de Egipto diciendo que tuvieron que dejarlo en esa tierra. Eso bast? para que Jacob clamara todas las cosas han estado contra m?. Eso fue una generalizaci?n apresurada, lo que en ret?rica se reconoce como una falacia, un razonamiento que no es necesariamente verdadero. Pero hablamos falacias, nos apresuramos a juzgar las circunstancias que nos rodean y emitimos aseveraciones que normalmente concuerdan con nuestra estrecha visi?n de la realidad. Tan habituados estamos a la imaginaci?n de los relatos de las gentes, a la imaginer?a de sus reportes e historias, que confundimos los eventos de la naturaleza y de nuestro diario vivir con proyecciones de las fantas?as aprendidas. Jos? que se supon?a asesinado por una bestia salvaje -sabemos el relato b?blico- ahora est? teniendo cuidado de Benjam?n, y esta nueva circunstancia desconocida para el patriarca est? trabajando en beneficio de ?l y de toda su familia. Jacob no conoc?a esa realidad, ?l acept? como verdad la ficci?n de los relatos previos de sus hijos, sencillamente porque no conoc?a toda la historia, solamente una parte y mal contada. Nosotros tambi?n hacemos juicios sin estar seguros de la veracidad del relato, envuelto en las narrativas escuchadas que muchas veces son f?bulas, invenciones o habladur?as.
El ap?stol Pablo pudo escribir siglos despu?s que todas las cosas nos ayudan a bien, a pesar de que no conozcamos todas sus circunstancias. Cuando Dios le dijo a Jerem?as: Yo s? los pensamientos que tengo acerca de vosotros, pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esper?is (Jerem?as 29:11), le estaba asegurando que ?l s? conoce el fin de la historia, que ?l s? entend?a la historia en forma global, y esto no porque ?l era Omnisciente -que lo es-, sino porque ?l ha hecho todo cuanto quiere. En otros t?rminos, Dios conoce la historia porque ?l la hace, as? como conoce el futuro porque ?l lo ha programado y no necesita indagar en una bola de cristal para adivinarlo. Ese es nuestro m?ximo puente, nuestra m?xima roca y refugio para descansar seguros en que la historia total conspira favorablemente para nosotros. Dios sabe lo que est? haciendo, por eso inspir? a Pablo a escribir que todas las cosas nos ayudan a bien, y por eso le dijo a Jerem?as que nos dar?a el fin que esper?bamos. No puede ser de otra manera, pues ?l produce en nosotros el querer como el hacer, por su buena voluntad.
?D?nde est? ahora su Dios? (Salmo 115). Est? en los cielos y todo lo que quiso ha hecho. Uno de nuestros grandes problemas es preguntarnos por qu? Dios hace tal o cual cosa. O por qu? esto me est? sucediendo a m?. Una vez en la carta a los romanos el ap?stol lanz? esta pregunta a trav?s de un interlocutor imaginario, y la respuesta que el Esp?ritu le dio fue suficiente para ?l y deber?a serlo para nosotros. En romanos 9 leemos: ?Por qu? pues inculpa, pues qui?n ha resistido a su voluntad? La respuesta inspirada fue: ?Y t? qui?n eres para que alterques con tu Creador? ??Tal parece que preguntarle a Dios el por qu? de lo que hace no nos incumbe, porque ?l es soberano absoluto y siempre hace como quiere, ?l es el Alfarero y nosotros somos simplemente masa de barro con la cual trabaja. Mis caminos no son tus caminos, dice el Se?or. Cada vez que preguntamos ?por qu?, Se?or? la respuesta pareciera ser conf?e en m?. Pero nuestra mente inquisitiva siempre est? alerta buscando las razones por las cuales suceden las circunstancias de nuestras vidas. Eso de confiar a ciegas no nos convence, aunque es lo que se nos pide: entender que todo cuanto sucede -sea bueno o malo- proviene de su soberana voluntad, conforme a su prop?sito. Como quiera que no nos satisfacemos con el guardar silencio, comenzamos a elucubrar y a derivar conclusiones falaces sobre lo que acontece alrededor nuestro. Sin embargo, cuando llegamos a ver la historia en su totalidad nosotros empezamos a entender el porqu? no respondido.
Esos porqu?s no contestados son muchas veces supuestos por una cabeza cargada de ansiedad, de temor al futuro, de incertidumbre sobre los hechos. Esa cabeza presta mucha atenci?n al enemigo de nuestra paz y tranquilidad, y le damos vuelo a las imaginaciones fantasiosas a las que estamos acostumbrados por las experiencias acumuladas en las historias escuchadas por tantos medios de comunicaci?n, incluyendo las personas que se nos aparecen como se le aparecieron los amigos a Job.? Pero la historia total nos muestra que Dios ha estado trabajando detr?s de la escena de todo lo que acontece, y que muchas de las escenas que supusimos verdaderas nunca ocurrieron.
El salmo de David contin?a dici?ndonos que las gentes que nos preguntan d?nde est? vuestro Dios tienen dioses que son plata y oro, obra de manos de hombres. Muy a pesar de que muchas personas sostienen que son ateos, eso no es m?s que una manera de decir que no creen en nuestro Dios, el Dios de la Biblia. Siempre hay una pasi?n fundamental que gobierna sus vidas y esa pasi?n viene a ser su dios. La vehemencia y los fuertes sentimientos que los mueven les bastan para moverse con fervor y calor en sus cometidos, llegando a ser el sustituto del Dios de la creaci?n. Hay muchos falsos dioses, sus dioses son aquellos que la gente que dice no tener a Dios tienen. Los hombres hacen dioses semejantes a ellos mismos. Los griegos fueron el ejemplo de un pueblo que fabricaba divinidades a su antojo, para cada necesidad. Incluso llegaron a construir un templo o un monumento dedicado al dios no conocido. Pablo en Atenas les profiri? un discurso dici?ndoles que ?l quer?a hablarles de ese dios no conocido, el cual no era otro que el Dios de las Escrituras.? Esos dioses griegos, as? como los de cualquier otra regi?n,? son menores que los que los hacen porque tienen ojos que no ven, y los que los hacen ven, tienen manos que no tocan, pies que no andan, boca que no habla, de manera que sus hacedores son mayores que sus ?dolos.
Muchos no creen en el Dios de la Biblia porque ellos suponen que si tal Dios existiera entonces el mundo ser?a otro. Esto se debe a que esas personas pretenden que ese Dios debe actuar de una manera que satisfaga todas sus curiosidades y respuestas. Si yo fuera Dios har?a esto o aquello. Eso que har?amos si fu?semos Dios simplemente lo decimos en nuestra limitada visi?n de las circunstancias. Eso no es m?s que otra forma de seguir con la vieja pregunta de por qu?. Al decir que har?amos esto o aquello implicamos que tenemos mejores v?as, mejores maneras de actuar que el Dios de la Biblia. Curiosamente no todos los seres humanos que se hacen tal pregunta han respondido de la misma manera, lo cual demuestra que las circunstancias supuestas son dis?miles, y cada quien podr?a tener una respuesta diferente acerca de c?mo deber?a actuar el Dios de la Biblia. Los ?dolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres (Salmo 115).
La idolatr?a se refiere a la adoraci?n de un dios falso o substitutivo del verdadero. Es el culto de lo tangible en oposici?n del Ser espiritual invisible. Ella implica la veneraci?n de cualquier creaci?n humana en lugar del ?nico Dios verdadero. Pablo en su carta a los romanos nos entrega una s?ntesis de lo acontecido a la raza humana: las cosas invisibles de ?l (de Dios), su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creaci?n del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio coraz?n fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadr?pedos y de reptiles (Romanos 1:20-23). La idolatr?a ocurre cuando se desplazan a un primer lugar los valores secundarios y se absolutiza lo relativo. El peor pecado de Israel mencionado en la Biblia fue la idolatr?a. A?n Calvino lleg? a decir que la gente en sus d?as no era otra cosa que fabricantes de ?dolos. Pero estos dioses, divinidades, poderes superiores, no son m?s que la s?ntesis de categor?as ancestrales que han perdurado hasta el presente en el coraz?n humano: el placer, la fama, el dinero y el poder. Cuando se desea ser soberano, se?or, regidor, se honra a los dioses propios en lugar del Dios verdadero. Por algo la Biblia nos ense?a que quienes sacrifican a los ?dolos, a los demonios sacrifican; y no quiero que vosotros os hag?is part?cipes con los demonios (1 Corintios 10:20).
En el libro de Exodo leemos lo dicho a Mois?s y al pueblo de Israel: Yo soy Jehov? tu Dios, que te saqu? de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendr?s dioses ajenos delante de m?No te har?s dioses de fundici?n (Exodo 20:2-3 y 34:17). A pesar de ese mandato expl?cito el pueblo de Israel se fue tras el dios Baal. Este nombre de una divinidad pagana significaba se?or, due?o, y era el dios principal adorado por los cananeos, quienes lo consideraban el padre de 70 dioses m?s. Su popularidad estuvo asociada con la fertilidad humana, animal y vegetal. Tambi?n era asociado como el jinete de las nubes en la mitolog?a de su tiempo. En numerosas ocasiones hay admoniciones contra el paganismo israelita y leemos en las Escrituras que los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehov?, y sirvieron a los baales, y dejaron a Jehov? y adoraron a Baal y a Astarot (Jueces 2:13).
Otro de los dioses infiltrados en el pueblo hebreo era Moloc. Muchos de ellos sacrificaban sus hijos a esa divinidad pas?ndolos por el fuego, para aplacar su ira. En el Salmo 106:37 leemos que sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios. Tambi?n adoraron a Astarot, una diosa babil?nica conocida como Ihstar, de la cual proviene el nombre EASTER (Pascua) traducido a la Biblia inglesa King James (en dicha Biblia aparecen dos nombres para el concepto de la Pascua: Passover -28 veces- y Easter -una sola vez-, pudi?ndose dejar simplemente Passover y evitar el de la deidad pagana. Ello nos hace suponer alguna intenci?n subrepticia con ese t?rmino entre los que hicieron esa versi?n b?blica de la lengua inglesa. Curiosamente en los pa?ses de habla inglesa ahora se habla de Easter en vez de Pascua. Algunos eruditos sostienen que el t?rmino es preciso -e inspirado- pues en el relato de los Hechos Herodes esperaba la fiesta pagana para asesinar a Pedro, y no esperaba la Pascua pues poco le importaba. No obstante esta explicaci?n cabe una sola pregunta: ?por qu? el Esp?ritu Santo inspir? a los creadores de la King James a colocar Easter en vez de Passover, y no inspir? a Lucas el autor del libro de Hechos a ser igualmente preciso, sino a escribir el nombre griego derivado del arameo πάσχα [pascha /pas?khah/]?).
Nos queda recordar el mandato antiguo encontrado en los Diez Mandamientos de Exodo 20: No tendr?s dioses ajenos delante de m?. No te har?s imagen, ni ninguna semejanza de lo que est? arriba en el cielo, ni debajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinar?s a ellas, ni las honrar?s; porque yo soy Jehov? tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generaci?n de los que me aborrecen, y hago misericordias a millares, a los que aman y guardan mis mandamientos. Nuestros d?as son testigos de la diversidad de dioses encontrados en cualquier sociedad, incluso dentro de la que se llama cristiana. Son los mismos de antes, el del placer, del dinero y el poder. Anhelar el poder y el control puede generar tal obsesi?n en el coraz?n humano que produce el ?dolo, instrumento que convierte al hombre en su esclavo. No en vano dice Juan: guardaos de los ?dolos.
C?sar Paredes
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