Viernes, 02 de julio de 2010

Laregla a seguir para Ad?n al comienzo de su existencia fue aparentementesencilla. Abstenerse de comer un solo fruto, el del conocimiento del bien y delmal. La idea, desde la perspectiva humana, era mantenerse en plena inocencia;la idea desde la perspectiva divina, era simplemente dar rienda suelta al planeterno preparado por Dios. El Hijo de Dios estaba predestinado desde antes dela fundaci?n del mundo para ser sacrificado, incluso se nos dice que fueinmolado ya desde la fundaci?n del mundo, antes de que apareciera Ad?n(Ap.13).? En Efesios 1:3 al 5 leemos Benditosea el Dios y Padre de nuestro Se?or Jesucristo, que nos bendijo con todabendici?n espiritual en los lugares celestiales en Cristo, seg?n nos escogi? en?l antes de la fundaci?n del mundo,para que fu?semos santos y sin mancha delante de ?l, en amor habi?ndonospredestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo...".?

Pedro en suprimera carta versos 18 al 21 anuncia: "Fuisteisrescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestrospadres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangrepreciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminaci?n, ya destinado desde antes de la fundaci?ndel mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros,y mediante el cual cre?is en Dios, quien le resucit? de los muertos y le hadado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios". Demanera que si la paga del pecado es muerte, el regalo de Dios es vida eterna enJesucristo, por lo cual hemos sido reconciliados con Dios. ?Pues Al que no conoci? pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotrosfu?semos hechos justicia de Dios en ?l (2 Corintios5:21).

Deestos textos se desprende la idea clara y revelada de que en Dios no hayimprevistos, ni acertijos, ni intentos fallidos. En su plan eterno estaba laca?da de Ad?n, pues de otra forma no hubiera tenido previsto e inmolado alCordero para nuestro beneficio. Eso implica y supone una gran profundidad en elpensamiento y en la manera de actuar del Creador. La mente humana trata deinquirir m?s all? de lo revelado y siempre -aunque intente diversas v?as- llegaal mismo camino de la l?gica, de la raz?n, a inculpar a Dios. ?Por qu?, pues,inculpa Dios? Pues ?qui?n ha resistido a su voluntad? La respuesta revelada aesa pregunta aparece en Romanos 9: Antes, oh hombre, ?qui?n eres t? para quealterques con Dios? ?Podr? la olla de barro, por mucho que se afane, decirle aquien la form? -su alfarero- ?por qu? me ha hecho as??? ?No tiene potestad el alfarero para hacer unvaso para honra y otro para verg?enza y destrucci?n?

Porsupuesto que esta respuesta desprendida de la Escritura no gusta a muchos.Incluso, algunos (y quiz?s bastantes) de los que se dicen creyentes enJesucristo argumentan contra la interpretaci?n l?gica de esta palabra revelada.Hacen referencia forzada a dos pueblos en pugna, a Israel y a otra naci?n, peroel contexto no lo permite. Pablo inicia el cap?tulo 9 de Romanos manifestandoun profundo dolor en su coraz?n, colocando como testigos a su conciencia y alEsp?ritu Santo, de que tiene gran tristeza por sus parientes (familia comot?os, primos, sobrinos, hermanos, padres, etc.) de los cuales son la adopci?n,la gloria, el pacto, la promulgaci?n de la ley, el culto y las promesas. Esecontexto en que inicia el cap?tulo 9 deja por fuera la descabellada idea de quesu dolor se est? refiriendo al hecho de no ser jud?o, pues ?l mismo esisraelita, y sus parientes tambi?n lo son. De manera que mal puede referirse eltexto a dos naciones cuando habla de Jacob y de Esa?, o cuando se refiere aMois?s y al Fara?n. Est? hablando de individuos, y est? haciendo referencia asu familia (mis parientes seg?n la carne), que ya ten?an todas las caracter?sticasdel pueblo jud?o o de la naci?n israelita, pero que hasta el momento no hab?anmanifestado creer en Jesucristo, sino que parec?an ser vasos para deshonra ydestrucci?n. M?s adelante va a argumentar que la promesa de Dios no hab?afallado, sino que en Isaac ser?a dada descendencia. De manera que no son todoslos descendientes de Isaac o los de Abraham los que heredar?an esta promesa,sino los designados por Dios, por el Alfarero, por el que tiene la potestad dehacerse un vaso para honra y otro para destrucci?n.

Porcierto que los vasos para destrucci?n han sido soportados pacientemente por elSe?or, pues ?l sabe, mejor que nadie, el d?a en que se viene todo a juicio.Adem?s, la figura de los dos tipos de vasos, hechos con la misma arcilla, da aentender que la masa sigue siendo la misma, pero el Alfarero marca ladiferencia en la elaboraci?n de cada uno de ellos. Los elegidos para salvaci?nno son de mejor masa que los dejados o elegidos para destrucci?n perpetua, sinoque como la salvaci?n es por la gracia de Dios, ?l se ha reservado para S?mismo los vasos de honra, para ser objetos de su gloria eterna. De all? que sediga insistentemente que somos salvos por gracia, no de nosotros, pues es unregalo de Dios. De manera que los salvos no tienen nada en s? mismos en quegloriarse, sino en Dios. Se es salvo para alabanza de su gloria.

Miradcual amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios (1 Juan3).? Jesucristo manifest? la gracia deDios para nosotros, pues siendo Hijo se hizo poco menor que los ?ngeles, sehizo humano, vino a sufrir el cruel dolor de una muerte por crucifixi?n, y nolo hizo sino por los pecadores enemigos de Dios. En medio del suplicio pudodecir Padre, perd?nalos porque no saben lo que hacen.? Eso es gracia, un favor inmerecido. Anosotros se nos pide creer en el Hijo de Dios, pues quien rechaza al Hijorechaza tambi?n al Padre. Esa salvaci?n fue una verdadera sustituci?n denuestro sufrimiento eterno por un pecado que tambi?n tiene caracter?sticas deeterno. El solo hecho de ser amigos del mundo nos constituye enemigos de Dios,de manera que el hombre en general, lo que se llama el hombre natural, tiene undoble llamado: el de la obra de Dios, que ha anunciado la presencia de unCreador Todopoderoso, Majestuoso, Omnipresente, y el llamado de la revelaci?nescrita. La humanidad no tiene excusa, pues lo que de Dios se conoce se conocea trav?s de su obra, por m?s que los fil?sofos llamen a ese Dios el diosescondido.

Pabloargumenta en Romanos 1 que los mortales hombres no quisieron darle la gloria aDios, sino que se enardecieron en su entendimiento y glorificaron a la criaturaantes que al Creador. El llamado de los ap?stoles en consecuencia es alarrepentimiento: Arrepent?os y creed en el evangelio. Esa es la buena nueva desalvaci?n que se pregona por el mundo desde hace miles de a?os, la esperanzaque los profetas no vieron establecida del todo, la esperanza que se hizocarne, con el Verbo encarnado en la historia, y la esperanza para el hombre dehoy. Por supuesto, para hacer caso cierto a ese llamado hay que serpredestinado desde los siglos para tal fin. Pero como no sabemos qui?nesciertamente lo son, el llamado se hace para todos. Y despu?s solamente serepetir? lo anunciado en el libro de los Hechos de los Ap?stoles: Y creyerontodos los que estaban ordenados para vida eterna. Esa es la reconciliaci?n deDios con los pecadores. Feliz el hombre que ha sido perdonado y cubierto supecado.

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Tags: SOBERANIA DE DIOS

Publicado por elegidos @ 14:09
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